En la actualidad, casi la mitad de la población penitenciaria debe esperar su sentencia detrás de las rejas, es decir, esta medida permite poder encarcelar a las personas sin haber tenido aún un juicio sobre el delito que se les acusa.
El 29 de julio del presente año el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que ha dado instrucciones para que se ajuste la política penitenciaria y así poner en libertad a los presos que:
- En 10 años no hayan sido sentenciados y estén en la cárcel por delitos no graves
- Sean mayores de 75 años que estén en las cárceles, también del fuero federal, que no hayan cometido delitos graves, delitos de sangre
- Tengan más de 65 años, con enfermedades crónicas, que estén en la cárcel y que no hayan cometido delitos graves
- Hayan sido torturados y se compruebe mediante el Protocolo de Estambul
El documento donde se declare esto, será elaborado la próxima semana, beneficiando a casi 95 mil reclusos que hay en las diferentes cárceles de México, esta cifra representa al 43% de la población penitenciaria.
SF