Alicante se llenó de energía anoche durante el Alma Festival, donde el rapero argentino Trueno se convirtió en el protagonista indiscutible. Con un aforo de aproximadamente 3.500 personas, el evento fue una celebración de sus raíces y la presentación de su gira EL ÚLTIMO BAILE. Desde el primer momento, el público se sumergió en un espectáculo que fusionó música, emoción y una conexión palpable entre el artista y su legado familiar.
Un espectáculo familiar y dinámico
El concierto comenzó con Trueno en solitario, pero rápidamente se unieron su padre, el rapero Pedro Peligro, y KMI420, creando un ambiente de complicidad en el escenario. Acompañados por una banda de cinco músicos, la conexión entre los artistas fue evidente, mostrando la esencia del hip-hop: un líder rodeado de aliados que sostienen el ritmo. Pedro Peligro, aunque con un papel clave, nunca opacó a su hijo; al contrario, su presencia sumó y enriqueció el espectáculo.
Un repertorio que electrizó al público
El repertorio de la noche fue un recorrido por los temas más emblemáticos de la carrera de Trueno, comenzando con PLO PLO! y finalizando con DANCE CRIP. Éxitos como FUCK EL POLICE y TIERRA ZANTA resonaron en el recinto, donde la entrega del público convirtió el evento en un homenaje futbolero, con camisetas de la selección argentina y de Boca Juniors. A sus 23 años, Trueno demostró ser no solo un talentoso freestyler, sino un verdadero director de orquesta en el escenario.
Un freestyle que encendió la noche
El momento más aclamado de la velada llegó cuando Trueno dedicó un freestyle a la ciudad, rimando: “Yo no soy de Elche, yo soy del Che Guevara”, lo que provocó una ovación ensordecedora. En un gesto de cercanía, se lanzó al pogo junto a su público, mezclándose entre ellos con la misma energía que los caracteriza. Su banda, compuesta por jóvenes músicos, aportó una destreza virtuosa que elevó aún más la experiencia. EL ÚLTIMO BAILE no se sintió como una despedida, sino como una celebración de su música, una reivindicación de su derecho a expresarse libremente tras haber recuperado sus letras.