Taylor Swift, reconocida como una de las artistas más influyentes del siglo XXI, no solo brilla en el escenario, sino que también se ha consolidado como una astuta mujer de negocios. En los últimos años, ha encontrado un lucrativo nicho en el ámbito audiovisual a través de la supervisión musical, permitiendo que sus canciones sean utilizadas en series, películas y anuncios. Este fenómeno ha despertado el interés sobre cuánto cuesta realmente utilizar su música, especialmente a raíz de un reciente caso protagonizado por el comediante Marc Maron.
El costo de la música de Taylor Swift en televisión
Marc Maron, en su especial de comedia titulado Marc Maron: Panicked, utilizó un fragmento de la emotiva canción Bigger Than the Whole Sky del álbum Midnights (2022). Durante una conversación en el pódcast Good One, Maron reveló que la elección de esta canción no fue casual, ya que tiene un vínculo personal con ella. Sin embargo, el proceso para obtener los derechos de uso no fue sencillo y le costó a su equipo nada menos que 50,000 dólares por menos de un minuto de música.
La relación entre artistas y el uso de su música
El caso de Maron destaca una realidad poco conocida: el uso de música de artistas de renombre puede ser tan costoso como producir una escena completa. Taylor Swift, quien ha sido vocal sobre la protección de su catálogo, ejerce un control estricto sobre el uso de sus canciones, especialmente desde que comenzó a regrabar sus discos para recuperar sus derechos. Aunque Maron no está seguro si Swift llegó a ver su especial, sí logró el permiso necesario para usar su música, un proceso que puede ser complicado y arriesgado sin la debida autorización.
Taylor Swift y su impacto en la cultura pop
El uso de las canciones de Taylor Swift en televisión ha generado momentos icónicos. Series como The Summer I Turned Pretty y Heartstopper han incluido su música, convirtiéndola en una voz emocional clave en sus narrativas. En el caso de The Summer I Turned Pretty, la creadora Jenny Han envió una carta a Swift para pedir permiso, y la artista accedió generosamente a ceder varias canciones, incluidas algunas inéditas. Este tipo de colaboraciones no solo resalta el poder de la música de Swift, sino también su capacidad para conectar emocionalmente con el público, reafirmando su estatus como una de las artistas más relevantes de la actualidad.