En lo que va de 2022 en México la violencia contra comunicadores se ha incrementado a un ritmo alarmante comparado con sexenios anteriores, tan solo a principios de marzo tras el asesinato al reportero Juan Carlos Muñiz en Fresnillo, Zacatecas, la Secretaría de Gobernación (SEGOB) dio a conocer la cifra de 55 homicidios en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, superando los registros de 41 y 44 contabilizados en gobiernos de expresidentes como Calderón y Peña Nieto, respectivamente.
Instituciones como el Parlamento Europeo inclusive han condenado el hostigamiento y clima de violencia que vive el país. En el mes de marzo, los eurodiputados pidieron a las autoridades garantía a la protección a comunicadores y activistas de los derechos humanos, así mismo trasladaron su solidaridad a los familiares quienes han sufrido por esta oleada de violencia, sin embargo, el gobierno mexicano desestimo el comunicado llamándoles “borregos y golpista que se opone a la Cuarta Transformación”, asegurando que México es un país pacifista que ha optado por la no violencia.
El ataque hacia Antonio de la Cruz sucedió el miércoles por la mañana, de acuerdo con el reporte de la Fiscalía General de Justicia Del Estado Tamaulipas (FGJ) y la información del diario Expreso para el que trabajaba, salía de su casa con su hija y esposa; al dirigirse a su vehículo junto a su hija Cynthia de 23 años un hombre a bordo de una motocicleta se acercó a la ventanilla y disparó hacia su persona: su hija quien iba en el asiento de copiloto fue trasladada al Hospital General, pues uno de los disparos la alcanzó.
El ataque de herida de bala hacia su hija, Cynthia, resultó en un impacto de bala en la cabeza, por lo que se encuentra grave a pesar de las declaraciones de Jesús Ramírez Cueva, coordinador de Comunicación Social, quien dijo que había muerto. Así lo confirmaría Francisco Cabeza de Vaca, Gobernador de Tamaulipas.
Por su parte, la Fiscalía informó que se ha iniciado una investigación de los hechos registrados a cargo de la Unidad Especializada en la Investigación de los Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, Derechos Humanos y Grupos Vulnerables.
Antonio era reportero del diario Expreso desde los 23 años, cubría la fuente comunitaria, campo y problemáticas que aquejaban a los habitantes de victoria; nunca cubrió una fuente de seguridad, por lo que no se tiene conocimiento de que haya sido amenazado con anterioridad o haya solicitado adherirse al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.