Culiacán, Sinaloa, se vio sacudida por una jornada de violencia el día de ayer, marcada por balaceras, narcobloqueos y un clima de pánico generalizado entre sus habitantes. La población se vio obligada a resguardarse en sus hogares para evitar ser víctimas del crimen organizado, lo que ocasionó un parón en las actividades comerciales y escolares en la ciudad y sus alrededores.
Reacciones de las autoridades ante la violencia
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, minimizó los eventos violentos y pidió a la ciudadanía mantener la calma, asegurando que la situación se había concentrado en una zona rural en las afueras de Culiacán. Aunque se especuló sobre la detención de un líder del Cártel de Sinaloa, las autoridades locales y federales desmintieron esta información por la noche, afirmando que no había bajas ni heridos.
Descripción de los eventos violentos
Los enfrentamientos comenzaron alrededor de las 14:35 horas y se reportaron en varias localidades, incluyendo el poblado Paredones, donde anteriormente fue capturado Ovidio Guzmán. En la carretera México-15, se registraron bloqueos y quema de vehículos, lo que llevó a la población a buscar refugio en sus casas. Las actividades en la Universidad de Sinaloa y otros negocios se suspendieron, mientras que algunos transportistas también decidieron no operar por seguridad.
Respuesta militar y patrullajes intensificados
La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa informó que un grupo de militares había sido atacado en el ejido Peñasco y que la situación estaba siendo atendida. Las autoridades federales y estatales incrementaron sus patrullajes en la zona, incluyendo sobrevuelos de aeronaves militares. Se espera que el Ejército mexicano proporcione un informe sobre los incidentes y posibles heridos en su personal durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.