Donald Trump ha manifestado su intención de declarar a los cárteles mexicanos de droga como organizaciones terroristas internacionales, lo que ha generado un intenso debate sobre las posibles implicaciones de esta decisión. Mientras algunos funcionarios estadounidenses sugieren que esto podría llevar a una “invasión suave” a México, la presidenta Claudia Sheinbaum ha aclarado que Trump no ha mencionado explícitamente una intervención militar, sino que se enfoca en la designación terrorista, lo que podría acarrear severas sanciones para quienes apoyen a estas organizaciones.
Reacciones y posturas sobre la propuesta de Trump
A pesar de las aclaraciones de Sheinbaum, algunos miembros del futuro gabinete de Trump han insistido en la necesidad de una acción militar coordinada con el gobierno mexicano. Marco Rubio, futuro secretario de Estado, ha enfatizado que cualquier intervención debe ser en colaboración con las autoridades mexicanas. Por otro lado, Tom Homan, quien será el nuevo Zar de la Frontera, ha manifestado que Trump está dispuesto a utilizar operaciones especiales para desmantelar a los cárteles, mientras que el senador Lindsey Graham ha señalado que el Congreso podría otorgar al Ejército el poder de perseguir a estas organizaciones sin restricciones.
La posible ‘invasión suave’ y sus métodos
Según fuentes cercanas a Trump, la estrategia incluiría una “invasión suave” que podría implicar el uso de fuerzas especiales para eliminar a los líderes cárteles. Entre las tácticas propuestas se encuentran ataques aéreos a la infraestructura del crimen organizado, el envío de asesores militares y la implementación de una guerra cibernética contra las redes de los cárteles. Esta estrategia busca no solo desmantelar las organizaciones criminales, sino también ejercer presión sobre sus operaciones y reducir su capacidad de acción en Estados Unidos.
Implicaciones y desafíos de la estrategia de Trump
La designación de los cárteles como organizaciones terroristas no es una idea nueva, ya que Trump ha solicitado planes de batalla específicos para abordar el problema del narcotráfico. Sin embargo, la implementación de estas medidas enfrenta numerosos desafíos, incluyendo la necesidad de una colaboración efectiva con el gobierno mexicano y la posible reacción negativa de la comunidad internacional. A medida que se acerca el inicio de su mandato, el enfoque de Trump hacia México y el narcotráfico podría marcar un cambio significativo en la política exterior estadounidense.