La calle es la galería más grande, accesible y variada del mundo, basta con fijar la mirada unos cuantos segundos en un muro, en un señalamiento de tránsito, en un poste de luz o en un teléfono publico para corroborar esta afirmación.

Es de lo más común ir de camino al trabajo o a la escuela y encontrarnos con rayones, stickers, propagandas o iconos, obras que adornan de pronto el panorama gris causado por el concreto de las construcciones.

¿Qué es el graffiti?

El graffiti es una actividad caracterizada por su ilegalidad, es un modo de pintura que consiste en marcar con diversos materiales el espacio público o propiedad privada, pueden utilizarse crayolas industriales, pintura a base de aceite, tinta para zapatos, plumones, acido fluorhídrico (para marcar vidrios), pintura sólida, stickers y propagandas impresas en serigrafia u offset, esténciles y obviamente aerosol.

Esta práctica es considerada por muchos como un acto vandálico, pues creen que lo único que busca un escritor de graffiti es llamar la atención destruyendo propiedad ajena y privada y aunque en muchos casos si es así, muchos writers utilizan al graffiti como un medio de expresión mediante el cual pueden comunicar cualquier mensaje, ya sea de protesta, inconformidad, rebeldía o amor, por lo que muchos lo califican como arte.

La palabra graffiti viene de la palabra griega graphein que significa escribir, tiene sus orígenes en la época del imperio romano donde se hacían pintas satíricas en espacios públicos, denominados graffito. Aunque también se han encontrado pintas de marineros, exploradores y piratas en piedras o troncos donde escribían su nombre o seudónimo con un pedazo de corcho o madera quemada.

Los graffitis “modernos”

Datan de la época de los 70’s, con exponentes como Taki 183 o CornBread en Nueva York, gracias al movimiento contracultural del Hip Hop. Muchas otras personas consideran que el graffiti moderno tiene sus orígenes y toma inspiración de los murales hechos por los cholos y chicanos miembros de pandillas en Los Ángeles, donde dichos murales significan mucho para ellos y sus barrios, ya que sirven para delimitar su territorio y están llenos de simbolismos que deben respetarse. Si alguna otra pandilla pinta sobre el mural de un barrio enemigo puede desencadenar una tragedia, ya que es considerado una falta de respeto o hasta una provocación.
Posteriormente, esta actividad se expandió por todo el mundo, en México, Tijuana fue la ciudad que vio nacer a la vieja escuela de graffiti, ya que al ser la frontera con Estados Unidos era un lugar perfecto para el intercambio cultural, con el tiempo el graffiti se concentró y desarrollo en los barrios marginados o populares de la capital, así como en Guadalajara y Aguascalientes, gracias a su rotación de personas y por ende de culturas.

https://lamagazin.com/wp-content/uploads/2020/07/TAKI-183-LOOPCOLORS-1.mp4

Aunque con el tiempo el graffiti se ha convertido en un distintivo de la urbe, aún hay mucha gente que le duele y molesta aceptar que en las calles hay mucho talento y siguen apegados al estereotipo de que un graffitero es un vago, un malviviente o un drogadicto y no se dan cuenta de que un writer puede ser cualquier persona, desde un albañil hasta un abogado; desde un medico hasta un taxista o desde un profesor de universidad hasta una ama de casa.

Para ser un writer no es necesario que te guste el rap ni que formes parte de una pandilla, tampoco necesitas vestir holgado ni consumir estupefacientes, es más, ni siquiera es indispensable dibujar bien; para pintar solamente se necesitan las ganas y la actitud de mostrar tu trabajo, ya sea en modo de protesta o por pura diversión, no importa si ocupas aerosoles, marcadores o estampas, todo es valido mientras dejes tu huella.

Así que ya sabes, cuando veas un graffiti, presta atención a todos esos pequeños detalles que los writers han preparado para nosotros, observa la señalética para automóviles, seguramente encontraras algún sticker de tu agrado, préstale más atención a las letras en puertas y postes que a simple vista parecen garabatos y date cuenta de su complejidad o busca en lo alto de los puentes automovilísticos o en espectaculares y aprecia sus colores o trazos limpios. El graffiti nunca pasa de moda y nunca termina, así que aprovéchalo y disfrútalo mientras puedas.

JM

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