En esta emergencia sanitaria se cuenta con diversas opciones de mascarillas. Entre ellas, han destacado las KN95, que prometen una mejor protección que el cubrebocas convencional, sin embargo, su éxito y popularidad han dado pié a la comercialización de miles de imitaciones que no tienen la misma eficacia y que pueden confundir a los consumidores.

Por eso, La Magazín te presenta las principales diferencias entre una KN95 original y una pirata:

Norma de certificación

La mascarilla debe tener impresa la norma de certificación china GB26262006, junto con la identificación KN95.

Imagen: @DraAnaMariaLTH

Empaque

El empaque debe llevar también la norma GB26262006 y el nombre de la marca.

Imagen: @DraAnaMariaLTH

La “tarjetita” no es garantía

Esta tarjeta se ha vuelto bastante común, sin embargo no es garantía, pues es muy fácil para cualquier productor imprimirlas y no cuentan con algún elemento oficial que sirva de identificador.

Imagen: @DraAnaMariaLTH

“Pero ahí dice que sí es”

Aunque el empaque tenga impresa la certificación y dentro se encuentre la “tarjetita”, si la mascarilla no tiene grabada la norma GB26262006, se puede dudar de su atenticidad.

Imagen: @DraAnaMariaLTH

¿Y si es de colores?

Si bien es cierto que es posible fabricar mascarillas KN95 de diferentes colores, deben seguir las mismas normas que se han mencionado previamemente.

Imagen: @DraAnaMariaLTH

Entonces, ¿las imitaciones no sirven?

En realidad todas las mascarillas son útiles, aunque en diferentes grados, pues depende de el grosor y las capas de filtros que tengan. Hay una prueba casera para verificar qué tan eficaz puede ser un cubrebocas.

Se coloca un poco de agua sobre la mascarilla: Los KN95 deberían almacenarla con una filtración casi nula.

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