El caso del “clan Trevi Andrade” vuelve a la memoria colectiva
En los últimos años, la serie “Ellas soy yo” y el podcast “En boca cerrada” han revivido el escandaloso caso del “clan Trevi Andrade”. Este caso se hizo mediático a finales de los años 90, cuando Aline Hernández publicó el libro “La gloria por el infierno”, en el que revela los maltratos y abusos sufridos por ella y sus compañeras a manos de Sergio Andrade. Además, la denuncia de los padres de Karina Yapor, otra de las jóvenes que tomaba clases con el productor, por la desaparición de su hija después de que abandonara a su bebé en España, llamó la atención de las autoridades mexicanas.
En enero de 2000, Trevi, Andrade y Portillo fueron arrestados en Río de Janeiro por cargos de rapto, violación y corrupción de menores. Las víctimas del compositor, entre ellas Sonia Ríos, Karina Yapor, Karola, Katia y Karla de la Cuesta, Liliana Regueiro, Tamara Zúñiga y Wendy Costelo, fueron obligadas a tener relaciones sexuales con Andrade y la mayoría se convirtieron en madres. Después de más de 20 años, se desconoce el paradero de algunas de estas mujeres.
¿Qué ha sido de las jóvenes víctimas del “clan Trevi Andrade”?
Mary Boquitas continuó su carrera como cantante y formó una familia. Marlene Calderón, ex corista de Gloria Trevi, desapareció de la vida pública y se convirtió en instructora de zumba. Karina Yapor es ahora conductora de televisión y comparte su fe cristiana en testimonios de vida. Aline Hernández logró salir del culto de Andrade y se ha desarrollado como actriz y conductora de televisión. El paradero de Sonia Ríos, actual pareja de Sergio Andrade, es desconocido.
La vida actual de las hermanas de la Cuesta
Katia de la Cuesta, Karla y Karola se retiraron de la vida pública y se convirtieron en madres de hijos de Andrade. En las redes sociales, es posible encontrar el perfil privado de Katia, donde se pueden ver algunas fotos de las hermanas en la actualidad.
En resumen, el caso del “clan Trevi Andrade” ha vuelto a la memoria colectiva gracias a diferentes producciones mediáticas. Aunque algunas de las víctimas han logrado rehacer sus vidas, otras permanecen en el anonimato y se desconoce su paradero actual.