“Fair Play”: Una oda al empoderamiento femenino y las dinámicas de poder en las relaciones románticas
Subtítulo H2: La película “Fair Play” aborda las desigualdades de género en las relaciones románticas y profesionales
La película “Fair Play”, escrita y dirigida por Chloe Domont, se ha convertido en un grito de guerra para las mujeres que se encuentran en relaciones románticas desiguales y competitivas con hombres. La cinta, que tuvo un gran éxito en el Festival de Sundance, fue adquirida por Netflix en un acuerdo de 20 millones de dólares en enero de este año. Protagonizada por Phoebe Dynevor y Alden Ehrenreich, la historia sigue a Emily y Luke, una pareja que trabaja como analistas en la misma firma de inversiones y compite por un puesto de gerente de proyectos. Aunque se rumorea que Luke será el elegido, es Emily quien finalmente obtiene el ascenso, lo que lleva a Luke a cuestionar su papel en la empresa y en su relación.
Subtítulo H2: El poder del vestuario y el desafío a la masculinidad
Emily se enfrenta a las tácticas de desestabilización de Luke, quien se burla de su apariencia y la menosprecia en la oficina. Sin embargo, Emily no se deja intimidar y cambia su estilo de vestir, adoptando la elegancia de Elizabeth Holmes al usar un suéter de cuello alto negro. Incluso intenta impulsar la carrera de Luke, quien ahora depende de ella, animándolo a asumir mayores riesgos en las inversiones. A pesar de sus esfuerzos, Luke sigue cometiendo errores y es ignorado por su jefe, lo que lo lleva a buscar la aprobación de un gurú de bienestar masculino interpretado por David Dastmalchian. La radicalización de los hombres en respuesta al éxito de las mujeres no es un concepto nuevo, pero “Fair Play” explora las dinámicas de poder asociadas a la feminidad percibida.
Subtítulo H2: La lucha entre el feminismo y la masculinidad tradicional
La directora Chloe Domont explica que su película trata sobre cómo desmantelar el vínculo tóxico entre el empoderamiento femenino y la fragilidad masculina. ¿Cómo pueden las mujeres abrazar su éxito sin temer que perjudique a sus parejas? Emily, interpretada por Phoebe Dynevor, inicialmente teme recibir el ascenso sobre Luke, lo que refleja la idea de que si uno de los dos gana, el otro inevitablemente pierde. Esta experiencia personal de Domont la llevó a cuestionar las dinámicas de poder en sus propias relaciones y a cuestionar la normalización de la opresión de su propio éxito profesional.
Subtítulo H2: La lucha por la igualdad en el mundo laboral
“Fair Play” plantea la cuestión de que el feminismo corporativo se ajusta a los términos de los hombres. Aunque Emily es ascendida a gerente de proyectos, se enfrenta a un entorno tóxico en el que su género es resaltado y culpado por sus errores. La firma de capital de riesgo incorpora el talento de Emily al promoverla al grupo de gerentes de proyectos masculinos, pero esto implica participar en actividades inapropiadas y comentarios ofensivos en su presencia. Aunque en teoría esto podría parecer “feminista”, en realidad solo perpetúa la toxicidad y el sexismo.
Subtítulo H2: El papel de los hombres inseguros en las relaciones románticas
“Fair Play” se une a otras películas feministas centradas en el trabajo, donde los personajes masculinos se sienten inseguros y quedan rezagados. Un ejemplo de esto es “El diablo viste de Prada”, donde el novio de la protagonista constantemente critica su dedicación al trabajo y la acusa de tener una relación con un colega masculino. En “A Star Is Born”, el protagonista masculino se ve afectado por el éxito de su pareja en el mismo campo que él, lo que conduce a consecuencias trágicas. Estas películas exploran los desafíos y las tensiones que surgen cuando el éxito profesional de una mujer choca con las expectativas de masculinidad tradicionales.
Subtítulo H2: Un llamado a la reflexión sobre las dinámicas de poder de género
“Fair Play” es una película que cuestiona las normas de género y las desigualdades en las relaciones románticas y profesionales. A través de la historia de Emily y Luke, la película plantea preguntas importantes sobre el empoderamiento femenino y la fragilidad masculina. Es un recordatorio de que el éxito de una mujer no debería amenazar la masculinidad de su pareja y que las relaciones equitativas y respetuosas son posibles.