La piedra encantada de Tlalpan: una leyenda oculta en la Ciudad de México
En la bulliciosa Ciudad de México, muchos habitantes pasan apresuradamente por las calles sin detenerse a descubrir las historias ocultas que yacen bajo el pavimento o en lugares que frecuentan a diario. Uno de estos lugares es la alcaldía de Tlalpan, donde se encuentra una antigua leyenda que perdura desde hace siglos: la piedra encantada.
El misterio detrás de la piedra encantada
Aunque su nombre podría evocar la historia de la espada en la piedra o algún cuento similar, esta narración es más bien una advertencia para aquellos que se encuentren cerca de este lugar, pues se dice que puede desencadenar un terrible destino.
Algunos afirman que se trata de un meteorito que cayó en la zona hace miles de años, mientras que otros tienen sus propias versiones. Sin embargo, todos coinciden en que la extraña y enorme piedra que se encuentra en el Parque de Fuentes Brotantes está lejos de ser ordinaria.
El origen de la leyenda
Según se cuenta, todo comenzó en el siglo XVI, cuando un enamorado instó a su novia, quien vivía en un convento, a escaparse y vivir su amor libremente. Durante su desesperada huida, decidieron internarse en el bosque de Tlalpan para evitar ser capturados, pero pronto se percataron de que un oficial los había descubierto.
La esperanza parecía desvanecerse para los jóvenes, pero en un momento de distracción del policía, retomaron su escape. En algún punto, encontraron una enorme piedra que se abrió ante ellos, mostrando un refugio seguro. Creyendo que esta era su oportunidad de evadir a sus perseguidores, ingresaron a la roca, pero nunca más se supo de ellos.
Una advertencia para los curiosos
Los habitantes de la zona suelen advertir a los niños y jóvenes que no se acerquen demasiado a la piedra, ni recojan ni coman cosas que encuentren cerca de allí. Consideran que podrían ser trampas o ofrendas malignas que buscan atraer más víctimas.
Incluso se dice que la piedra desaparece el 24 de diciembre o el 1 de enero, dejando en su lugar una antigua tienda. Los lugareños recomiendan que, si alguien visita el lugar en esas fechas y ve el negocio, no ingrese, ya que es posible que nunca pueda salir.