Dhasia Wezka, referente mexicana en YouTube, enfrentó violencia doméstica en su infancia
La youtuber e influencer mexicana Dhasia Wezka, conocida por su contenido de belleza y estilo de vida, se ha convertido en un referente en YouTube. Sin embargo, su camino hacia el éxito no ha sido fácil, ya que ha enfrentado violencia doméstica en su infancia.
Una carrera exitosa en el universo digital
Dhasia Wezka, originaria de Jalisco, nació el 14 de abril de 1994 bajo el nombre de Dacia Fernanda Cortez. A lo largo de los años, se ha posicionado como una de las figuras más reconocidas y queridas entre los youtubers mexicanos.
Luego de una relación con el también creador de contenido Ryan Hoffman, alias Debrayanshow, Wezka continuó su trayectoria en solitario y consolidó su carrera en el universo digital.
En enero de 2019, MTV anunció que sería parte del jurado del concurso MTV Emergente, donde compartiría responsabilidades de juzgamiento con reconocidas personalidades. Este concurso fortaleció su perfil como una figura influyente en las redes sociales y la música a nivel nacional.
El pasado marcado por la violencia doméstica
En una entrevista en el podcast UnTalFredo, Dhasia Wezka compartió una dolorosa etapa de su pasado, en la que sufrió violencia doméstica. La youtuber relató las severas agresiones que vivió durante su infancia, principalmente por parte de su padre, quien era descrito por ella como un “hombre violento”.
En sus testimonios, Wezka detalló episodios en los que su padre les quitaba la ropa, las sometía a duchas con agua fría y las golpeaba con un cinturón. Las agresiones escalaban a niveles aún más graves, como la vez en que su madre fue encontrada ensangrentada e inconsciente.
Además, recordó una ocasión en la que su hermana fue obligada a bañarse en cloro debido a su tono de piel. Estos eventos dejaron un profundo impacto emocional en ella, llegando a imaginar ser mariposas y volar lejos para escapar del horror vivido.
Después de años de sufrir maltratos, la madre de Dhasia finalmente decidió abandonar a su agresor y trasladarse con sus hijas al Estado de México, en busca de refugio en la casa de su abuela materna. Este cambio representó el inicio de una nueva vida lejos de la violencia que había ensombrecido su hogar.