María Elena Álvarez-Buylla renuncia a la Academia Mexicana de Ciencias por intereses políticos y particulares
María Elena Álvarez-Buylla, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ha presentado su renuncia a la Academia Mexicana de Ciencias A.C. en una carta pública. En esta carta, acusa a minorías de utilizar la Academia con fines políticos e intereses personales.
La AMC ha sido capturada por grupos conservadores de poder y ha sido utilizada para atacar al gobierno actual en defensa de intereses particulares, bajo el pretexto de promover la ciencia y anulando el interés público”, señaló Álvarez-Buylla.
Además, la Dra. Álvarez-Buylla Roces denunció que la AMC se opuso a la transformación del Conacyt en el actual Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
También acusó a la administración de José Antonio Seade Kuri, presidente actual de la Academia, de dar voz a adversarios del gobierno federal.
Con un falso sello académico, se promueve la desmemoria y se insiste en volver a un triste y nefasto pasado neoliberal, en el que predominaba la opacidad y los privilegios de grupo, el elitismo, el clasismo, el despilfarro y, sobre todo, el consentimiento de transferencias multimillonarias de recursos públicos a intereses creados”, afirmó.
María Elena Álvarez-Buylla explicó que se unió a la Academia Mexicana de Ciencias con la idea de que, en colaboración con sus miembros, podría contribuir al fortalecimiento de la ciencia nacional. Sin embargo, en la práctica, la asociación civil está controlada por personas con pensamiento neoliberal que promueven intereses privados por encima del interés público y que buscan regresar al pasado en el campo de la ciencia y la tecnología.
Son políticos adversarios disfrazados de académicos que apenas ocultan su alianza con aquellos que se oponen al bienestar de la mayoría en México… La Academia Mexicana de Ciencias ya no me representa”, sentenció.
Después de su renuncia a la AMC, la directora del Conahcyt instó a sus colegas a construir instancias legítimas y generosas que protejan la verdadera labor científico-académica, promoviendo la soberanía nacional y el bienestar de la mayoría.
Con información de López-Dóriga Digital