Llevaba bastante tiempo sin utilizar un teléfono de gama media como mi teléfono personal. El último fue en abril de 2023, cuando analicé el Xiaomi Redmi Note 12 Pro+. No puedo detallarte qué modelo estoy utilizando, porque el análisis saldrá muy pronto. Solo puedo decirte que, año tras año, me encuentro con tres grandes limitaciones en la gama alta que la separan notablemente de la gama media.
La diferencia en brillo empieza a ser abismal
Hasta hace unos años, la diferencia en brillo máximo entre la gama media y la gama alta no era tan notable. La razón era muy sencilla: ninguno se veía bien al sol. Desde el año pasado hay una ferviente guerra por los nits que ha hecho que prácticamente toda la gama alta esté por encima de los 2,000 nits. Mientras tanto, algunos gama media no llegan ni siquiera a 1,000 nits en modo HBM (brillo máximo en automático).
Calidad de salida de audio y micrófonos
Llamadme raro: a veces prefiero ver una serie en la cama y con el teléfono a tumbarme en el sofá y poner esa película en la televisión. Aunque suelo poner auriculares, si el audio del teléfono es suficientemente bueno apuesto por sus propios altavoces. Es otro de los puntos donde suele haber un abismo entre gama media y gama alta. La gama alta no solo suena más fuerte: suele tener unos graves que marcan la diferencia.
Los años de soporte
El último gran abismo actual entre gama media y la gama alta está en los años que reciben de soporte. Samsung actualiza durante siete años, Xiaomi actualiza sus teléfonos de gama alta durante cuatro. En el caso de los gama media, la política suele ser (con suerte), de los dos años obligatorios que impone Google.