Sabrina Morrissey, actuando como tutora legal de Wendy Williams, presentó una demanda en febrero, días antes de que se emitiera el documental, solicitando bloquear su lanzamiento. La demanda, que estuvo sellada hasta el jueves, se presentó en Nueva York. A pesar de ello, el documental se emitió como estaba planeado el 24 y 25 de febrero.
La controversia detrás del documental
En la demanda, Morrissey alegó que Williams, referida en la demanda como W.W.H., firmó el contrato para el documental en enero de 2023, solo cuatro meses antes de ser diagnosticada con demencia, lo que la incapacitó para dar su consentimiento al proyecto. El equipo de Williams anunció el diagnóstico dos días antes de que se emitiera el documental.
“W.W.H. está lidiando con problemas médicos muy graves que la han incapacitado efectivamente”, dice la demanda. “Debería poder llevar a cabo su vida y recibir la atención necesaria con paz y dignidad, y trabajar, en la medida en que sea capaz, en un entorno nutritivo, de apoyo y digno. Ella no estaba, ni está, en condiciones de consentir a los términos del contrato del documental, y nadie que actúe en el mejor interés de W.W.H. permitiría que fuera retratada de la manera denigrante en la que lo está en el tráiler del documental.
Las acusaciones contra los demandados
Morrissey afirmó que los demandados, Entertainment One Reality Productions y la cadena matriz de Lifetime A&E, estaban “explotando de manera despreciable” a Williams “por valor de entretenimiento percibido” y el “interés lujurioso de los espectadores de televisión”. Agregó: “Esta explotación flagrante de una mujer vulnerable con una afección médica grave que es amada por millones dentro y fuera de la comunidad afroamericana es repugnante y no puede permitirse”.
Reacciones después de la emisión del documental
Días después de la emisión del documental, los productores de “¿Dónde está Wendy Williams?” afirmaron en una entrevista que no habrían filmado el documental si hubieran sabido del diagnóstico de demencia.