Mayor peligro para migrantes indocumentados en la frontera entre Estados Unidos y México
Días después del anuncio de los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre la implementación de medidas más estrictas contra la migración, activistas e indocumentados varados en la frontera advierten de crecientes riesgos. Entre ellos se encuentran secuestros por parte de traficantes y muertes en las rutas más peligrosas.
Ciudad Juárez, epicentro del flujo migratorio en la frontera con Texas, ha sido testigo de situaciones alarmantes en las últimas semanas. Se ha registrado un tráiler de un camión con 130 migrantes, una casa con 104 personas hacinadas y secuestradas, y otros cuatro migrantes rescatados que se habían extraviado en el desierto de Chihuahua y fueron encontrados en grave estado de deshidratación.
Francisco González Palacios, representante de la red de albergues Somos Uno por Juárez y coordinador del Albergue Vida, ha señalado que los peligros han aumentado desde marzo. Los migrantes se ven obligados a buscar alternativas debido a los puntos de retenes establecidos por el Gobierno en la frontera, lo que los expone a mayores riesgos. Además, al llegar a Ciudad Juárez, se enfrentan a la amenaza de grupos delictivos en la entrada y en el río Bravo (Grande, en Estados Unidos).
Los migrantes también evitan acudir a los albergues, a pesar de la llegada masiva de personas en las últimas semanas, ya que estos solo se encuentran al 40% de su capacidad. En su lugar, se exponen a extorsiones, robos y trata de personas. Además, corren el riesgo de ser detenidos en los retenes y ser deportados.
Aumentan los riesgos y los operativos
La alerta de los activistas surge tras un comunicado conjunto emitido por Biden y López Obrador, en el que acordaron implementar medidas concretas para reducir los cruces fronterizos irregulares y proteger los derechos humanos. Aunque López Obrador afirmó que la migración irregular ha disminuido en más de un 50% en la frontera con Estados Unidos, reconoció que los migrantes aún padecen delitos.
Juan Fierro García, pastor que administra un albergue de la Iglesia Metodista en Juárez, destacó que la mayoría de los migrantes rechazan la opción de llegar a un albergue y esperar una cita con las autoridades estadounidenses mediante la aplicación CBP One. Ante los operativos de las autoridades, muchos se arriesgan en rutas más peligrosas, como caminar por el desierto de Samalayuca en Chihuahua hasta llegar a la frontera.
Yocseni Bravo, una migrante venezolana, relató que su ruta fue muy complicada, especialmente la estancia en el río Bravo, donde esperan el momento adecuado para cruzar mientras se protegen de los secuestradores. Los migrantes se enfrentan a dificultades como la falta de alimentos y el miedo a ser arrestados por las autoridades migratorias.
En resumen, los migrantes indocumentados que se encuentran en la frontera entre Estados Unidos y México están enfrentando mayores riesgos, como secuestros y muertes en las rutas más peligrosas. A pesar de las medidas implementadas por los gobiernos de ambos países, la situación sigue siendo preocupante y los migrantes se ven obligados a buscar alternativas arriesgadas para llegar a su destino.