Donald Sutherland, quien falleció el jueves a los 88 años, era un actor establecido cuando apareció en el thriller de ciencia ficción, un remake de la película de 1956 basada en una novela serializada. Para interpretar al inspector de salud de San Francisco, Matthew Bennell, sin embargo, tuvo que ser un convincente desconocido, solo otro tipo paseando por la ciudad con un aburrido abrigo. Incluso cuando comienza a encontrar signos de la toma secreta de una especie extraterrestre, permanece como una voz ecuánime de la razón, tratando de calmar a sus amigos en pánico mientras busca pistas viables sobre lo que realmente está sucediendo.

Terrifying Transformation

La película no sería tan efectiva si Sutherland hubiera saltado inmediatamente al modo protagonista: es la forma en que su tranquila afirmación lentamente da paso a una emoción intensificada (lo que lo convierte en un blanco de los fríos clones) lo que aumenta la paranoia hasta que el espectador, como Bennell, está estudiando cada rostro en pantalla en busca de un destello de humanidad o la frialdad de un parásito. La gran ironía de esta versión de los frecuentemente adaptados Body Snatchers, impregnada en la melancolía de la era post-hippie, es que al ser el hombre común perfectamente promedio, Bennell es una amenaza directa a la conformidad de la mente colmena que se apodera del planeta.

Emotional Performance

“Personalmente creo que uno de los actores más importantes en la historia del cine”, escribió el hijo de Sutherland, el actor Kiefer Sutherland, en un comunicado anunciando su fallecimiento el jueves. “Nunca se amilanó ante un papel, bueno, malo o feo”. Bennell es uno de los buenos papeles, aunque hubiera intimidado a un intérprete menos capaz. Mostrarse tan centrado y pragmático mientras se convierte en un delator cuasi reacio, siempre viendo al enemigo por encima del hombro, es cómo Sutherland vende el mensaje político de una alegoría extravagante que fácilmente podría haberse convertido en pulpa de serie B. En cambio, Invasion of the Body Snatchers es una de las mejores películas de ciencia ficción de los años 70.

Chilling Betrayal

Por supuesto, el giro de Sutherland como un solitario sobreviviente rodeado por todos lados tiene un final retorcido que pocos pueden olvidar, hecho aún más escalofriante por la cantidad de corazón y empatía que ha mostrado hasta ese momento. Creemos que Bennell se ha asimilado a la población de vainas al disfrazar sus cualidades humanas, traicionando ningún signo de vida interior. Otro personaje que ha aprendido a mimetizarse se acerca a él, asumiendo lo mismo. Bennell de repente la señala, abre la boca y emite un grito espantoso: es un duplicado, alertando a los demás sobre un impostor en su medio.

Shocking Conclusion

Nuevamente, podría haber parecido absurdo, y fuera de contexto, la imagen hace un buen meme. Sin embargo, para cualquiera que haya visto toda la historia desarrollarse, aprendiendo a confiar en Sutherland todo el camino, la única reacción puede ser el shock de la pura traición, y el terror.

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