La controversia entre artistas y la campaña de Donald Trump se intensifica con la reciente demanda de The White Stripes, quienes han decidido llevar a los tribunales el uso no autorizado de su emblemática canción “Seven Nation Army”. Con un mensaje directo, Jack White, líder de la banda, ha expresado su rechazo a la asociación con el ex presidente, afirmando que “esta máquina demanda a los fascistas”. Este acto se suma a una larga lista de artistas que han solicitado que su música no sea utilizada en la campaña del candidato ultraderechista.
Un Historial de Rechazo
No es la primera vez que The White Stripes se manifiestan en contra del uso de su música por parte de Trump. En 2016, durante la campaña presidencial, la banda ya había denunciado públicamente que su música fue utilizada sin autorización, expresando su asco por la asociación. Ocho años después, con la posibilidad de un regreso de Trump al poder, han decidido tomar medidas legales más contundentes, evidenciando su firme postura política.
La Respuesta de Jack White
En un mensaje en redes sociales, Jack White no se contuvo al expresar su indignación: “Oh… Nunca pensé que usaríais mi música, fascistas. Una demanda de mis abogados os llegará sobre esto”. Además, criticó a Trump por sus comentarios despectivos hacia los veteranos, dejando claro que su descontento va más allá de la música. Esta declaración resuena con el sentimiento de otros artistas que también han visto su música utilizada sin consentimiento.
La Reacción de la Industria Musical
La demanda de The White Stripes se suma a la lista de grandes nombres de la música que han mostrado su rechazo a la campaña de Trump, incluidos Beyoncé, Celine Dion, Foo Fighters, Abba y Sinéad O’Connor. Estos artistas han manifestado su descontento tanto comercial como ideológico, lo que pone de relieve la creciente tensión entre la música y la política. La estrategia de la campaña presidencial de Trump podría estar destinada a movilizar a su electorado, pero la respuesta unánime de la industria musical podría influir en los indecisos y aquellos que aún no han decidido su voto.