El 8 de diciembre de 1980, el legendario músico John Lennon fue asesinado por Mark David Chapman afuera de su departamento en Manhattan, Nueva York. El agresor, quien le disparó repetidas veces, le quitó la vida a la leyenda de la música frente a su pareja, Yoko Ono. Chapman, de entonces 25 años, había estado en el Edificio Dakota por la mañana, donde le entregó a Lennon una copia de su álbum “Double Fantasy” para que lo firmara antes del fatídico encuentro.
El trágico final de John Lennon
Después de firmar el álbum, John Lennon y su esposa se dirigieron a una sesión en los estudios Record Plant. A su regreso, Chapman lo esperaba en la entrada del edificio y fue entonces cuando ocurrieron los disparos mortales. En total fueron cinco disparos, de los cuales cuatro impactaron en el cuerpo del artista, causándole graves heridas en el pulmón izquierdo. Lennon fue trasladado al hospital Roosevelt, donde fue declarado sin vida a causa de la pérdida de sangre.
Las razones detrás del crimen
Entre las razones que Mark David Chapman dio para cometer el asesinato, se encontraba su indignación por el trato que Lennon había dado a la religión. El comentario del músico en 1966, donde afirmaba que los Beatles eran más populares que Jesucristo, había ofendido profundamente a Chapman. Desde aquella noche trágica, Chapman ha cumplido una condena de entre 20 años de cárcel a cadena perpetua, recibiendo negativas en sus solicitudes de libertad condicional.
La petición de Yoko Ono
Yoko Ono ha expresado su deseo de que Chapman se mantenga lejos de la sociedad, apoyando las decisiones de los tribunales que han negado la libertad condicional al asesino de John Lennon. A pesar de sus intentos de mostrar arrepentimiento por sus actos, Chapman sigue cumpliendo su sentencia, manteniendo viva la memoria de uno de los más grandes iconos de la música.