Un insólito hallazgo marino sorprendió a un equipo de investigadores españoles en las costas de Tenerife, donde se registró la aparición de un pez diablo negro (“Melanocetus johnsonii”). Este animal, que rara vez sube a la superficie, fue grabado en un video viral por el fotógrafo David Jara Boguñá, quien documentó el momento junto con la bióloga marina Laia Valor.
¿Cuánto mide el pez diablo negro?
Según el Monterey Bay Aquarium, el pez diablo negro suele medir entre 20 y 30 centímetros, aunque algunas hembras pueden alcanzar hasta 50 centímetros. Su hábitat natural se encuentra en las profundidades del océano, entre 200 y 2,000 metros, donde reina la oscuridad y la presión es extrema. Este pez es conocido por su peculiar apariencia, que incluye un cuerpo desproporcionado y una boca llena de afilados dientes, adaptaciones que le permiten sobrevivir en su entorno hostil.
¿Es peligroso para los humanos?

A pesar de su aspecto temible, especialistas aseguran que el pez diablo negro es inofensivo para los humanos. Su boca repleta de afilados dientes está diseñada para capturar pequeñas presas en la oscuridad abisal, donde utiliza su característico apéndice bioluminiscente para atraerlas. Este mecanismo de caza es esencial para su supervivencia, ya que su entorno está lleno de competidores y depredadores.
¿Por qué subió a la superficie?
El avistamiento de este ejemplar en la superficie podría estar relacionado con diversos factores como el calentamiento de las profundidades marinas, una corriente de agua ascendente, una posible enfermedad o incluso la huida de un depredador. Como ocurre con muchas especies abisales, este pez no puede sobrevivir fuera de su hábitat natural debido a la falta de presión y oscuridad, por lo que falleció poco después de ser detectado. Este fenómeno plantea interrogantes sobre las condiciones cambiantes de su entorno.
Importancia del hallazgo para la ciencia
Este raro encuentro proporciona una oportunidad única para la ciencia, ya que la mayoría de los registros de esta especie provienen de ejemplares muertos que flotan hasta la superficie o de avistamientos esporádicos. La aparición del pez diablo negro en Tenerife podría ofrecer pistas sobre los cambios que están ocurriendo en el ecosistema marino profundo. Los investigadores esperan que este hallazgo contribuya a una mejor comprensión de las especies abisales y su adaptación a un mundo en constante cambio.