El cantante y compositor Sam Fender ha criticado abiertamente la situación actual de la industria musical, calificándola de “amañada” y señalando que “el 90 por ciento de los jóvenes provienen de colegios privados”. En una reciente entrevista con The Sunday Times, Fender expresó su preocupación por cómo su éxito ha cambiado su vida mientras sus amigos de clase trabajadora en North Shields aún enfrentan dificultades económicas.
La desigualdad en la música
Fender enfatizó que la industria musical está dominada por jóvenes privilegiados que pueden permitirse el lujo de giras y producciones. “Un chico de donde soy no puede permitirse hacer una gira, así que probablemente hay miles escribiendo canciones que son diez veces mejores que las mías, pero no serán vistos porque está amañada”, declaró. Esta reflexión resalta la falta de oportunidades para los artistas emergentes de entornos menos favorecidos.
Críticas a la cultura del espectáculo
El artista también criticó el ciclo de la industria de “elevar” a los artistas solo para “derribarlos”. Hizo referencia a su canción “TV Dinner” de su último álbum People Watching, donde reflexiona sobre las presiones de la fama. “Si quiero parar, pararé”, afirmó, aludiendo a la necesidad de mantener el control sobre su carrera y su vida.
Reflexiones sobre la clase y la adicción
En su análisis, Fender también abordó la diferencia entre los jóvenes que luchan con la adicción en el norte de Inglaterra y aquellos de entornos más acomodados. “Mis amigos con problemas en el norte simplemente mueren, mientras que los de clase alta van a rehabilitación”, comentó. Además, habló sobre cómo la narrativa de privilegio a menudo ignora las realidades de clase, lo que puede llevar a muchos jóvenes a sentirse atraídos por figuras controvertidas como Andrew Tate.