Juan Pablo Penilla, abogado defensor de Ismael “El Mayo” Zambada, ha respondido a las recientes declaraciones del actor y político Sergio Mayer, quien lo calificó como un “narcoabogado”. Penilla, quien es socio de Mayer, se defendió en una entrevista, afirmando que su labor legal se centra en la defensa de los derechos de sus clientes y no en actividades ilícitas. Esta controversia ha generado un intenso debate en redes sociales y medios de comunicación, donde se cuestiona el papel de los abogados en el sistema judicial mexicano.
Defensa de los derechos legales
Durante la entrevista, Juan Pablo Penilla destacó que su trabajo como abogado se basa en garantizar el derecho a la defensa, un principio fundamental en cualquier sistema judicial. “No soy un narcoabogado, soy un defensor de los derechos humanos y de la justicia”, enfatizó. Penilla subrayó que su compromiso es con la ley y que su labor no debe ser confundida con las actividades delictivas de sus clientes.
Reacciones en redes sociales
Las declaraciones de Penilla han provocado una ola de reacciones en redes sociales. Muchos usuarios han defendido su derecho a ejercer la abogacía, mientras que otros han criticado su asociación con figuras del crimen organizado. La polarización en la opinión pública refleja la complejidad del debate sobre la ética en la defensa legal de personas acusadas de delitos graves.
El papel de los abogados en la justicia
Este incidente pone de relieve un tema recurrente en la discusión sobre el sistema judicial en México: el rol de los abogados defensores. Si bien algunos consideran que la defensa de criminales puede manchar la reputación de los abogados, otros argumentan que todos tienen derecho a una defensa justa. La controversia entre Penilla y Mayer es solo un ejemplo de cómo la percepción pública puede influir en la práctica legal y la confianza en el sistema judicial.