El presidente Donald Trump ha cumplido su promesa de designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, una medida que, según el experto en seguridad Raymundo Riva Palacio, se considera más una ‘arma política’ que un verdadero esfuerzo por combatir el narcotráfico. Esta designación se formalizó el 20 de febrero, cuando Estados Unidos incluyó en su lista negra a seis cárteles mexicanos, entre los que destacan el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los cárteles mexicanos en la lista negra de EE. UU.
Además del Cartel de Sinaloa y el CJNG, otros grupos criminales incluidos en la lista son los cárteles del Noreste, del Golfo, la Nueva Familia Michoacana y los Carteles Unidos. Esta medida ha generado preocupación en México, donde se teme que pueda abrir la puerta a una intervención estadounidense en su territorio, un tema que ha sido objeto de debate en los últimos años.
La perspectiva de los expertos sobre la designación
Durante el foro Meet Point Virtual: La guerra de Trump contra el Narcoterrorismo ¿Cómo impacta a México?, Riva Palacio afirmó que la lista de organizaciones terroristas es más un mensaje político que una herramienta efectiva para combatir el narcotráfico. Recordó que históricamente, Estados Unidos no ha utilizado esta designación para tomar acciones concretas contra grupos específicos, citando ejemplos de organizaciones colombianas que fueron clasificadas como terroristas sin que se implementaran medidas efectivas en su contra.
Reacciones en México ante la designación de cárteles como terroristas
La reacción del gobierno mexicano ha sido de oposición a esta designación, con la presidenta Claudia Sheinbaum asegurando que no teme una posible invasión de Estados Unidos, ya que se siente respaldada por la población. Sin embargo, la inclusión de estos grupos en la lista de organizaciones terroristas podría tener repercusiones en la migración, dado que muchos de estos cárteles están involucrados en el tráfico de personas en la frontera. Además, se ha informado que la CIA ha estado utilizando drones para espiar al crimen organizado en México, lo que añade una capa de complejidad a la situación.