Las autoridades estadounidenses recibieron el 27 de febrero a Rafael ‘Caro’ Quintero y a otros 28 narcotraficantes mexicanos, quienes se enfrentan a la posibilidad de ser condenados a pena de muerte. Esta entrega se produce en el contexto de un aumento en las acciones de seguridad en México, impulsadas por la presión del expresidente Donald Trump, quien amenazó con imponer aranceles del 25% a partir del 4 de marzo si no se lograban resultados en la lucha contra los cárteles de la droga.
La DEA y la lucha contra el narcotráfico
La Administración de Control de Drogas (DEA) emitió un comunicado en el que destacó que la Casa Blanca está negociando desde una posición de fuerza, con un Fiscal General dispuesto a liderar con determinación. Emil Bove, Fiscal General Adjunto Interino, subrayó la importancia de procesar a estos acusados en la máxima medida permitida por la ley, como un homenaje a las víctimas del narcotráfico, incluido el agente especial Camarena, cuyo asesinato a manos de ‘Caro’ Quintero marcó un hito en la historia de la lucha contra las drogas.
Motivos de la entrega y no extradición
El 28 de febrero, las autoridades mexicanas explicaron por qué los 29 narcotraficantes no fueron extraditados, sino entregados. Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, reveló que existía el riesgo de que algunos de estos capos fueran liberados o que sus procesos de extradición se retrasaran debido a acuerdos con jueces que buscaban favorecerlos. Esta decisión se basa en el artículo 5° de la Ley de Seguridad Nacional y el artículo 89 de la Constitución, según lo señalado por Alejandro Gertz Manero, fiscal de la República.
Un mensaje claro a los narcotraficantes
La entrega de ‘Caro’ Quintero y los otros narcotraficantes se considera una victoria para la familia Camarena y un mensaje contundente a todos los líderes del cártel y criminales que afectan a las comunidades. La DEA enfatizó que la justicia siempre encontrará a quienes cometen delitos, independientemente del tiempo que tome. En un acto simbólico, ‘Kiki’ Camarena Jr., hoy juez, entregó las esposas de su padre para marcar el inicio de este proceso judicial en territorio estadounidense.