El reconocido músico y productor James Blake ha alzado la voz en defensa de Coldplay, pidiendo el cese de las críticas infundadas hacia la banda británica. En una reciente entrevista en el podcast Sidetracked with Annie and Nick de BBC Sounds, Blake expresó su descontento con los comentarios negativos que rodean al grupo liderado por Chris Martin, argumentando que ya no es “cool” menospreciarlos sin una razón válida.
La percepción de lo “cool” en la música
Durante su conversación con Nick Grimshaw y Annie Macmanus, Blake reaccionó a una crítica reciente de Chrissie Hynde, vocalista de The Pretenders, sobre lo que se considera “cool” en la industria musical. En este contexto, se mencionó la comparación hecha por el presentador de los Brit Awards, Jack Whitehall, quien tildó a Coldplay de “un Nickelback de escuela pública”. Blake no dudó en manifestar su desacuerdo, exclamando: “¡Ya no mola decir simplemente ‘Coldplay no mola’! Que se jodan”.
La evolución de Coldplay y su legado
El artista británico defendió la evolución del sonido y la imagen de Coldplay, subrayando que todos los músicos tienen derecho a experimentar cambios creativos. “Si no te gusta el sonido de sus últimos discos, está bien. Pero, si los viste en Glastonbury, ¿no disfrutaste de muchas de sus canciones? ¿No podemos cambiar nuestra forma de vestir o experimentar con diferentes géneros? ¿A quién le importa?”, añadió Blake con evidente frustración.
Coldplay: Éxitos que hablan por sí mismos
A pesar de las críticas, el impacto de Coldplay en la música es indiscutible. En enero, la banda rompió récords en su debut en India, congregando a más de 223.000 asistentes en dos noches en el Estadio Narendra Modi. Su gira Music of the Spheres ha vendido más de 100.000 entradas en varias paradas y ha recaudado más de 1.140 millones de dólares. Chris Martin ha comentado que la banda ha aprendido a ignorar la negatividad, enfocándose en seguir su instinto y crear música auténtica. Con tales logros, parece que el juicio del público sobre Coldplay se alinea más con su éxito global que con las críticas recurrentes, sugiriendo que tal vez sea hora de dejar de atacarlos por costumbre.