Gerardo Ortiz, el reconocido cantante de narcocorridos, acaparó la atención mediática el 19 de marzo, no por su música, sino por una impactante confesión: admitió haber realizado conciertos privados para narcotraficantes. Esta revelación lo ha colocado en el centro de una investigación en Estados Unidos, donde se indagan los vínculos entre la disquera DEL Records y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Confesión que complica su situación legal
La declaración de Gerardo Ortiz lo sitúa en una posición delicada, ya que ha violado la Ley Kingpin, una normativa estadounidense que sanciona a individuos y empresas relacionadas con el narcotráfico. Su testimonio lo convierte en testigo cooperante en el juicio contra Luis Ángel del Villar, presidente de Del Entertainment, quien enfrenta acusaciones de lavado de dinero a través de conciertos en México. A pesar de las advertencias de las autoridades estadounidenses, Ortiz aceptó presentarse en eventos financiados por el CJNG en 2018.
Implicaciones de la Ley Kingpin en su carrera
La Ley Kingpin, aprobada en 1999, permite sancionar a individuos y empresas extranjeras que colaboren con el narcotráfico, lo que podría resultar en la congelación de activos y restricciones comerciales. Las acusaciones en su contra incluyen asistir a eventos organizados por organizaciones criminales, lo que podría tener consecuencias devastadoras para su carrera y reputación en la industria musical.
Los vínculos entre música y narcotráfico
La conexión de Gerardo Ortiz con el narcotráfico se profundiza al revelarse que fue contratado por Jesús Pérez Alvear, alias “Chucho Pérez”, un promotor musical vinculado al CJNG. A pesar de las advertencias del FBI, Ortiz continuó con sus presentaciones en México. La situación se complicó aún más tras el asesinato de Pérez Alvear en diciembre de 2024, eliminando una pieza clave en la investigación. Ahora, el futuro de Gerardo Ortiz en la música es incierto, ya que su testimonio podría ser crucial para su defensa, pero también podría dañar su carrera irreparablemente.