Madres buscadoras ingresan al rancho Izaguirre en busca de respuestas
Teuchitlán.- Cansadas de la espera bajo el intenso sol, las madres buscadoras decidieron entrar por la fuerza al perímetro del rancho Izaguirre, un lugar donde presumen que sus seres queridos podrían haber desaparecido. A pesar de las dificultades, lograron sortear el primer filtro de seguridad y acceder al predio, donde esperaban encontrar respuestas sobre el paradero de sus familiares.
Críticas a la falta de autoridades en la visita
Una vez dentro, las familias expresaron su indignación por la ausencia de los fiscales, especialmente de Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República (FGR). Las madres reprocharon que el sitio, que había sido un campo de adiestramiento, se había convertido en un museo, lo que consideraron una falta de respeto a su dolor. “Esto no es un tour”, reclamaron, exigiendo a las autoridades que se comporten con humanidad en lugar de convertir su sufrimiento en una atracción turística.
La búsqueda de evidencias y el dolor persistente
Los integrantes de distintos colectivos, como el de Guerreros Buscadores de Jalisco, denunciaron que la visita no cumplió con sus expectativas. María Vázquez, quien busca a su esposo, enfatizó que su objetivo era ver las atrocidades que se cometieron en el lugar y encontrar alguna pista sobre sus seres queridos. Sin embargo, la experiencia resultó ser un frustrante recorrido por un espacio vacío, donde solo hallaron pasillos acordonados y sellos de “Inmueble asegurado”.
Impacto emocional y hallazgos inquietantes
Las familias buscadoras, provenientes de diversas partes del país, llegaron con la esperanza de revisar prendas encontradas en el rancho. Durante la visita, un padre encontró una mochila y calcetas al escarbar en la tierra, lo que generó dudas sobre la cadena de custodia en el lugar. Patricia Sotelo, otra madre buscadora, expresó que no entraron a ver un museo, sino a buscar evidencias de sus hijos desaparecidos. La frustración y el dolor de estas familias continúan, mientras claman por justicia y respuestas sobre sus seres queridos.