En una de las historias más sorprendentes de la música rock, Bono, el icónico vocalista de U2, vivió una experiencia inolvidable en marzo de 1981, cuando su maletín marrón, que contenía meses de trabajo en las letras de su segundo álbum, ‘October’, desapareció misteriosamente después de un concierto en Portland, Oregón. Durante 23 años, el cantante buscó incansablemente su material manuscrito, que había sido guardado en un ático, acumulando polvo y recuerdos. La devolución del maletín, realizada por dos mujeres en 2004, fue calificada por Bono como “un acto de gracia”.
La Desaparición del Maletín: Un Caos en la Banda
La historia se remonta a la primera gira de U2 por Europa y Estados Unidos, donde la joven banda presentaba su álbum debut, ‘Boy’. El 22 de marzo de 1981, tras un concierto en el Fog Horn Tavern de Portland, el maletín de Bono se esfumó, dejando a la banda en un estado de caos y preocupación. Este objeto no solo contenía pertenencias personales, sino también letras, acordes y conceptos que darían vida a ‘October’. Según el biógrafo Eamon Dunphy, la banda sospechó de tres ‘groupies’ que habían estado en el backstage esa noche, lo que aumentó el misterio en torno a la desaparición.
El Impacto de la Pérdida en el Proceso Creativo
La pérdida del maletín tuvo un impacto significativo en el proceso creativo de U2. Bono se vio obligado a reescribir canciones desde cero, rescatando fragmentos de su memoria en el estudio, lo que convirtió la grabación de ‘October’ en un verdadero desafío. En ese momento, la banda también enfrentaba una crisis espiritual, influenciada por su pertenencia a un estricto grupo religioso en Dublín. Esta presión se reflejó en las letras del álbum, que se considera el más religioso de su discografía, aunque también el menos exitoso en términos de ventas y críticas.
El Regreso del Maletín: Un Final Inesperado
Pasaron los años y, a pesar de la creciente popularidad de U2, el misterio del maletín continuó. En 2001, Bono incluso preguntó al público en un concierto si alguien había visto su maletín perdido. Finalmente, en 2004, Cindy Harris y Danielle Rheaume devolvieron el objeto a Bono, quien se mostró emocionado al recibirlo. El maletín contenía bocetos, letras manuscritas de canciones icónicas como ‘Sunday Bloody Sunday’ y ‘Gloria’, así como cartas personales. Este suceso no solo cerró un capítulo perdido de la historia de U2, sino que también demostró el poder del tiempo y la memoria en el mundo de la música.