Un ataque racista interrumpe el concierto de Nat King Cole en 1956. El 10 de abril de ese año, el famoso cantante se encontraba en el Auditorio Municipal de Birmingham, Alabama, donde había sido programado para dar un show “solo para blancos”. Sin embargo, durante su actuación, un grupo de hombres, identificados como miembros del Ku Klux Klan, irrumpió en el escenario, agrediendo al artista y derribándolo al suelo. Afortunadamente, la policía, que estaba alerta ante posibles altercados, intervino rápidamente y detuvo a los agresores.
La carrera de Nat King Cole y la segregación racial
Nacido en Montgomery, Alabama, en 1919, Nat King Cole se trasladó a Chicago durante su infancia. Para 1956, a sus 37 años, ya era un artista de renombre, conocido por éxitos como ‘Unforgettable’ y ‘Mona Lisa’. A pesar de su popularidad, Cole tuvo que lidiar con la intensa discriminación racial de la época, lo que lo llevó a realizar conciertos segregados: unos para el público blanco y otros para el público negro, en cumplimiento de las leyes de segregación que regían en Estados Unidos.
El violento incidente en Birmingham
Durante la primera sesión de su concierto en Birmingham, ante un público compuesto exclusivamente por 4,000 personas blancas, un hombre ebrio comenzó a abuchear a Cole. Cuando el cantante comenzó a interpretar la balada ‘Little girl’, un grupo de cuatro hombres blancos, entre ellos Kenneth Adams, corrió al escenario y lo atacó. La rápida intervención de la policía permitió detener a los agresores antes de que la situación se saliera de control. Cuatro hombres fueron acusados de disturbios, mientras que otros dos fueron interrogados tras encontrarse armas en su vehículo.
El impacto del ataque y el compromiso de Cole con los derechos civiles
A pesar del ataque, Nat King Cole regresó al escenario tras recibir atención médica y continuó con su actuación “solo para negros”, recibiendo una ovación de pie de 10 minutos. Sin embargo, el incidente dejó una huella en su carrera y en su percepción pública. Después de este evento, Cole se sintió profundamente afectado por las críticas de la comunidad afroamericana, que lo consideraba un traidor por participar en conciertos segregados. A partir de entonces, se comprometió a oponerse a la segregación en cualquier forma, convirtiéndose en un miembro activo del movimiento por los derechos civiles hasta su muerte en 1965, participando incluso en la Marcha de Washington de 1963.