La grabación de ‘Seventeen Seconds’ estuvo marcada por la precariedad y el miedo. Los miembros de The Cure se vieron obligados a dormir en el suelo del estudio para ahorrar costos, lo que generó una atmósfera inquietante. El batería de la banda, Lol Tolhurst, recordó que “cuando el estudio estaba oscuro, era visible una especie de resplandor fantasmal”. A pesar de las dificultades, el 18 de abril de 1980, The Cure lanzó el disco que Robert Smith había imaginado, estableciendo el sonido emblemático de la banda inglesa.
Un álbum considerado debut por Robert Smith
Aunque ‘Three Imaginary Boys’ (1979) es reconocido como el primer álbum de The Cure, su líder considera que ‘Seventeen Seconds’ es su verdadero debut. En el libreto de la reedición de 2005, Smith expresó: “Siempre pensé en ‘Seventeen Seconds’ como nuestro álbum debut, es el primer disco que sentí que era realmente de los Cure”. Además, en una entrevista de 1982, confesó su desdén hacia su primer trabajo, afirmando que nunca imaginó que la banda continuaría grabando después de ese álbum.
Transformaciones y tensiones en la banda
Durante una gira por el Reino Unido en 1979, la banda enfrentó tensiones internas, especialmente con el bajista Michael Dempsey. Tras regresar a casa, Robert Smith se sintió abrumado y solo, lo que lo llevó a reorganizar la formación. Sustituyó a Dempsey por el guitarrista Simon Gallup e incorporó al teclista Matthieu Hartley. Smith, decidido a revitalizar la banda, se refugió en la casa de sus padres, donde se inspiró en artistas como David Bowie y Nick Drake para crear un sonido más introspectivo y melancólico.
La grabación de ‘Seventeen Seconds’
Con un presupuesto limitado, la banda grabó en los Morgan Studios de Londres, durmiendo en el suelo del estudio para ahorrar dinero. A pesar de las condiciones, trabajaron arduamente, llegando a registrar hasta 17 horas al día. La grabación del tema ‘The Final Sound’ fue un ejemplo de su precariedad, ya que se redujo a 53 segundos debido a que se acabó la cinta. Finalmente, lograron completar el álbum en ocho días, lo que les permitió ahorrar un poco de dinero, que utilizaron para celebraciones. ‘Seventeen Seconds’, el primer disco en el que Smith tuvo el control total, se convirtió en un referente del rock gótico y marcó el inicio del sonido icónico de The Cure.