La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha generado un debate significativo en la comunidad científica y entre los consumidores al emitir una firme recomendación en contra del uso generalizado de edulcorantes no azucarados (NNS) como una estrategia eficaz para el control del peso corporal a largo plazo. Esta directriz, basada en una revisión exhaustiva y sistemática de la evidencia científica disponible, pone en tela de juicio la creencia popular de que estos sustitutos del azúcar son aliados seguros y efectivos para perder o mantener un peso saludable en adultos y niños.
La controversia detrás de los edulcorantes no azucarados y el control del peso
Durante años, los edulcorantes no azucarados han sido promocionados como una alternativa baja en calorías al azúcar, atractiva para quienes buscan reducir su ingesta calórica y controlar su peso. Sin embargo, la OMS advierte que esta percepción podría ser engañosa. Su recomendación se basa en la idea de que el simple reemplazo del azúcar por NNS no aborda los patrones dietéticos subyacentes que contribuyen al aumento de peso.
Lista de edulcorantes no recomendados por la OMS
- Acesulfamo K: Un edulcorante sintético aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar.
- Aspartamo: Presente en bebidas dietéticas, yogures y chicles sin azúcar.
- Advantame: Un edulcorante sintético unas 20,000 veces más dulce que el azúcar.
- Ciclamatos: Utilizados en algunos países en bebidas y edulcorantes de mesa.
- Neotamo: Un derivado del aspartamo, significativamente más dulce que el azúcar.
- Sacarina: Uno de los edulcorantes artificiales más antiguos, presente en edulcorantes de mesa.
- Sucralosa: Un edulcorante sintético ampliamente utilizado en bebidas y productos horneados.
- Stevia y derivados de la stevia: Utilizados como edulcorantes de mesa y en productos alimenticios.
Excepción importante: el uso en personas con diabetes
Es fundamental subrayar que la recomendación de la OMS no se extiende a las personas con diabetes preexistente. Para este grupo específico de la población, los edulcorantes no azucarados pueden desempeñar un papel útil en el manejo de los niveles de glucosa en sangre, permitiéndoles disfrutar de alimentos y bebidas dulces sin el impacto glucémico del azúcar. Sin embargo, la OMS enfatiza que incluso en estos casos, el uso de NNS debe realizarse bajo la guía y supervisión de profesionales de la salud.
Un llamado a la conciencia y la consulta profesional
La OMS hace un llamado a los consumidores a ejercer un pensamiento crítico sobre la información que reciben con respecto a los edulcorantes no azucarados y sus supuestos beneficios para el control del peso. Se recomienda encarecidamente buscar el asesoramiento de profesionales de la salud calificados para lograr y mantener un peso saludable a través de cambios sostenibles en el estilo de vida y los hábitos alimenticios.