Durante los años de segregación racial en Sudáfrica, la icónica canción de Pink Floyd, ‘Another Brick in the Wall (Part 2)’, se transformó en un poderoso himno de protesta. Los estudiantes negros la adoptaron como símbolo de resistencia contra la desigualdad y la discriminación impuestas por el régimen del apartheid. Sin embargo, el 1 de mayo de 1980, el gobierno sudafricano prohibió esta composición de Roger Waters, marcando un hito en la historia musical y política del país.
El impacto de ‘Another Brick in the Wall’ en la protesta escolar
Las tres partes de ‘Another Brick in the Wall’ formaron parte del undécimo álbum de Pink Floyd, ‘The Wall’ (1979), una ópera rock que narra la historia de Pink, una estrella del rock que construye un “muro” psicológico para protegerse de la sociedad. La ‘Parte 2’, escrita por Waters, critica la rigidez de la educación y las estrictas normas de los internados, destacando el famoso verso: ‘We don’t need no education, we don’t need no thought control’. Este tema se convirtió en el mayor éxito de la banda, vendiendo más de cuatro millones de copias y liderando las listas en 14 países, incluyendo Sudáfrica, donde permaneció en el top durante casi tres meses.
La prohibición y su contexto histórico
En el contexto del apartheid, que se instauró en 1948, el gobierno sudafricano implementó leyes que segregaban a la población africana de la minoría blanca, afectando incluso al sistema educativo. A medida que la indignación crecía tanto a nivel internacional como dentro del país, ‘Another Brick in the Wall (Part 2)’ resonó en las escuelas donde los estudiantes negros se manifestaban contra la injusticia racial. Un mes después de su lanzamiento, la canción alcanzó el número uno en las listas, simbolizando la creciente resistencia contra el sistema opresivo.
El legado de la canción y su repercusión posterior
La prohibición del álbum ‘The Wall’ por parte del gobierno sudafricano fue un intento de controlar la cultura y silenciar voces disidentes. Roger Waters lamentó esta censura en entrevistas, indicando que su mensaje fue malinterpretado como una posición revolucionaria. Con el fin del apartheid en los años 90, la prohibición fue levantada, aunque la controversia en torno a la canción perduró. ‘Another Brick in the Wall (Part 2)’ no solo se convirtió en un símbolo de lucha en Sudáfrica, sino que también ha sido interpretada por Waters en diversas ocasiones, incluyendo en 1990 en Berlín, donde el ex Pink Floyd hizo un llamado a derribar muros de separación, recordando su mensaje original de libertad y resistencia.