Ozzy Osbourne ha declarado que ha dejado atrás el “estilo de vida de rockstar” en vísperas del último concierto de Black Sabbath, programado para este verano en Birmingham. En una reciente entrevista con The Guardian, el icónico músico confirmó que la actuación del 5 de julio en el Villa Park será su última en el escenario.
Un adiós a la música en vivo
Sharon Osbourne, esposa y mánager de Ozzy, también participó en la conversación, afirmando que “es hora de decir ‘basta’” después de haber dado todo en su carrera. La pareja planea retirarse a su hogar en Buckinghamshire, donde esperan adoptar animales y abrir un centro de rescate para perros y caballos.
Reflexiones sobre su vida y salud
Ozzy, quien ha enfrentado múltiples problemas de salud en los últimos años, incluidos varios procedimientos quirúrgicos y la enfermedad de Parkinson, expresó su deseo de pasar más tiempo con su familia. “No quiero morir en una habitación de hotel. Quiero disfrutar el tiempo con mis nietos”, comentó, enfatizando que ya no se siente atraído por el estilo de vida que solía llevar.
Preparativos para el último espectáculo
Con respecto a su actuación final, Ozzy ha mencionado que puede que se siente durante el concierto y que solo interpretará algunas canciones. A pesar de las dificultades de salud, se ha comprometido a dar lo mejor de sí en esta despedida, prometiendo que estará presente y hará todo lo posible para ofrecer un buen espectáculo a sus fans.