El relato de Debbie Harry, la icónica vocalista de Blondie, sobre un escalofriante encuentro con el infame asesino en serie Ted Bundy ha capturado la atención del público durante décadas. La historia se remonta a principios de los años 70, en una calurosa noche en Nueva York, donde la artista, luchando con unos incómodos zapatos de plataforma, se encontró en una situación que podría haberle costado la vida. A pesar de las décadas transcurridas, la experiencia sigue siendo un recordatorio del peligro que acechaba en las calles de la ciudad en aquel entonces.
El encuentro con Ted Bundy
Debbie Harry, en su relato, recuerda cómo un joven apuesto, al volante de un coche blanco, se ofreció a llevarla a su destino después de que ella no pudiera encontrar un taxi. Sin embargo, el conductor resultó ser Ted Bundy, un asesino en serie que había secuestrado y asesinado a numerosas mujeres en Estados Unidos. Su modus operandi consistía en atraer a sus víctimas con su encanto, solo para luego someterlas a un destino aterrador. En su autobiografía y en diversas entrevistas, Harry ha compartido los detalles de este encuentro, describiendo la sensación de peligro que la invadió una vez que se dio cuenta de quién era realmente su conductor.
Nueva York en los años 70: un entorno peligroso
Durante la década de 1970, Nueva York era conocida por su alta tasa de criminalidad y violencia. En 1975, la policía local lanzó una campaña de concienciación que incluía un panfleto titulado “Bienvenido a la Ciudad del Terror”, que advertía a los visitantes sobre los peligros que podrían enfrentar. En este contexto, Debbie Harry había llegado a la ciudad a finales de los años 60, buscando abrirse camino en el mundo del espectáculo. La inseguridad de las calles era palpable, y su experiencia con Bundy es un claro reflejo de los riesgos que enfrentaban las mujeres en esa época.
La controversia que rodea su relato
A pesar de que Debbie Harry ha compartido su experiencia en múltiples ocasiones, su relato ha sido objeto de escepticismo. Críticos han señalado que los detalles sobre el coche y la presencia de Bundy en Nueva York durante ese periodo no coinciden con la evidencia conocida. Sin embargo, Harry se mantiene firme en su historia, afirmando: “Fui muy afortunada”. Su determinación de contar lo sucedido ha resonado con muchos, y su mensaje de supervivencia sigue siendo relevante en la actualidad, subrayando la importancia de estar siempre alerta ante el peligro.