México es un país situado en una de las zonas sísmicas más activas del mundo, lo que lo convierte en un territorio propenso a experimentar movimientos telúricos frecuentes. La interacción entre diversas placas tectónicas es la principal causa de esta actividad sísmica. A pesar de los riesgos, el país ha implementado sistemas de alerta temprana que proporcionan valiosos segundos de anticipación para mitigar el peligro y salvar vidas.
¿Por qué se producen los sismos?
Los sismos son consecuencia del movimiento de las placas tectónicas que conforman la superficie terrestre. Cuando estas placas colisionan, se deslizan o se hunden unas bajo otras, generan ondas sísmicas que se perciben como temblores. Además, los sismos pueden ser provocados por fallas geológicas o actividades humanas, como la minería, que liberan energía de forma repentina.
¿Se pueden predecir los temblores en México?
Desafortunadamente, México no cuenta con la capacidad de predecir sismos con precisión. Investigadores de la UNAM y del Servicio Sismológico Nacional han confirmado que no existen métodos fiables para anticipar la fecha, ubicación o magnitud de los temblores. Aunque se estudian fenómenos como los sismos lentos, estos no permiten una predicción exacta, y las coincidencias en las fechas de algunos temblores son meramente casuales.
¿En qué época del año México presenta mayores temblores?
En México, los temblores tienden a ser más frecuentes durante los meses de septiembre y octubre, cuando la actividad tectónica en la región alcanza su punto máximo. Históricamente, varios sismos significativos han ocurrido en este periodo, lo que genera mayor atención y vigilancia. No obstante, es importante recordar que los temblores pueden suceder en cualquier época del año.