Intervención estadounidense en México: el papel de los mercenarios colombianos

Derek Maltz, exjefe de la DEA, ha planteado la posibilidad de que Estados Unidos realice operaciones en México contra el crimen organizado, tras evidenciarse la creciente participación de mercenarios colombianos en el Cártel de Sinaloa, liderado por los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Esta afirmación surge en un contexto donde el gobierno estadounidense ha ofrecido recompensas por la captura de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán, lo que ha generado un debate sobre la intervención militar en el país vecino.

La alarmante realidad de los mercenarios colombianos

Recientemente, un reportaje del *Los Angeles Times* reveló la detención de once exmilitares colombianos en Michoacán, implicados en un ataque que dejó ocho miembros de la Guardia Nacional muertos. Este fenómeno resalta no solo la intensificación de la guerra entre cárteles en México, sino también el reclutamiento de colombianos con experiencia militar en conflictos globales, desde Sudán hasta Ucrania. Según el artículo, estos mercenarios son valorados por su entrenamiento en combate contra narcotraficantes y guerrillas, lo que los convierte en activos deseados para organizaciones criminales.

Derek Maltz y la necesidad de acción estadounidense

Maltz ha expresado que el gobierno de Estados Unidos debe considerar utilizar todas sus herramientas para neutralizar a estos combatientes colombianos, argumentando que su experiencia como entrenadores y combatientes puede ser crucial para los cárteles. A pesar de los avances en la lucha contra el narcotráfico durante la administración Trump, la inclusión de mercenarios en el Cártel de Sinaloa se presenta como una justificación para una intervención más directa en México, una medida que Maltz considera necesaria para enfrentar esta creciente amenaza.

Colombia y México: una lucha conjunta contra el fenómeno

A raíz de la detención de los mercenarios, el presidente colombiano, Gustavo Petro, ha señalado que un cártel conocido como Los Reyes ha contratado a estos exmilitares para desafiar al Estado mexicano. Este contexto ha llevado a las autoridades de ambos países a establecer diálogos para abordar la problemática. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha confirmado que están trabajando conjuntamente para frenar el flujo de mercenarios, enfatizando que este no es un fenómeno nuevo y que se requiere una respuesta coordinada para combatir la violencia y el crimen organizado en la región.

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