Marcelo Ebrard lidera negociaciones sobre aranceles al acero y aluminio en EE.UU.
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, ha estado al frente de las negociaciones con Estados Unidos para abordar los aranceles impuestos al acero y aluminio, que actualmente ascienden al 50%. Durante su reciente visita a Washington, Ebrard se reunió con el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, y otros funcionarios para discutir la posibilidad de reducir o eliminar estos aranceles, que han generado preocupación en la economía mexicana.
Plan de acción ante la intransigencia de EE.UU.
En caso de que no se logre un acuerdo favorable, Ebrard advirtió que México podría considerar la implementación de “aranceles recíprocos”, similar a las medidas adoptadas por la administración Trump. El secretario enfatizó que el objetivo es llegar a cero aranceles para el acero y el aluminio, y que se presentarán argumentos sólidos sobre los efectos negativos que estos aranceles tienen en la economía mexicana y en el empleo.
Consecuencias de los aranceles del 50%
Según Ebrard, los aranceles del 50% tendrían consecuencias desastrosas tanto para México como para EE.UU., afectando gravemente sectores clave como la construcción y la industria automotriz. México, que actualmente tiene un superávit en la producción de acero y aluminio, espera que esta condición sea considerada durante las negociaciones. La falta de un acuerdo podría llevar a un aumento de los aranceles en ambos países, lo que perjudicaría aún más a los trabajadores y a las economías locales.
Expectativas y próximos pasos
Marcelo Ebrard confía en recibir una respuesta de la administración estadounidense en los próximos días, antes de la cumbre del G-7 que se celebrará en Canadá. La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, también asistirá a este evento, donde se espera que el tema de los aranceles sea discutido directamente con el presidente Donald Trump. La situación sigue siendo crítica, y el gobierno mexicano está preparado para actuar en defensa de sus intereses económicos si no se alcanza un acuerdo satisfactorio.