Silvia Rocío Delgado, abogada y ahora jueza en Ciudad Juárez, ha captado la atención pública tras su elección como jueza penal en México. Su nombre resonó entre los 2,600 aspirantes que los mexicanos eligieron por primera vez en las urnas, destacándose no solo por su trayectoria profesional, sino también por su pasado como parte del equipo legal que defendió a Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2016.
El camino de Silvia Rocío Delgado
Delgado, quien fue abogada de Guzmán durante su reclusión en una cárcel de Ciudad Juárez, ha enfrentado críticas y cuestionamientos desde que formó parte de su defensa. A pesar de la condena a cadena perpetua que recibió el narcotraficante en una corte de Nueva York, Delgado ha intentado desvincular su nueva función judicial de su pasado, enfatizando que su labor como abogada fue simplemente un trabajo profesional.
Reacciones y desafíos tras la elección
Tras obtener su constancia como jueza, Delgado expresó su deseo de que se deje de lado la asociación con “El Chapo”, pidiendo que se reconozca su papel como defensora legal sin el estigma que conlleva. En una reciente rueda de prensa, mostró su emoción y determinación por ayudar a la comunidad, argumentando que su experiencia le permitirá contribuir de manera significativa al sistema judicial.
Controversia en las elecciones judiciales
La elección de Delgado se produce en un contexto de baja participación ciudadana, donde solo un 13% de los votantes se presentó a las urnas. Las reformas impulsadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador han sido criticadas por el riesgo de politización del sistema judicial y su posible vulnerabilidad ante la influencia del crimen organizado. A pesar de las controversias, Delgado recibió el apoyo de numerosos votantes, quienes valoran su compromiso con la justicia.