La icónica canción “Live and Let Die”, compuesta por Paul McCartney y su esposa Linda, se lanzó el 7 de julio de 1973 y rápidamente se convirtió en uno de los mayores éxitos del ex Beatle. Producida por el reconocido George Martin, esta pieza no solo marcó un hito en la carrera de McCartney, sino que también se destacó como la primera canción de rock utilizada para abrir una película de James Bond. Su impacto fue tal que, a lo largo de los años, ha sido objeto de múltiples versiones, siendo la más famosa la realizada por Guns N’ Roses en 1991.
La historia detrás de “Live and Let Die”
Antes de que el guion de “Live and Let Die” estuviera completo, los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli contactaron a Paul McCartney para que escribiera la canción principal del filme. Curiosamente, McCartney no fue la primera opción; John Barry, compositor de las siete películas anteriores, no pudo participar debido a su trabajo en el musical “Billy”. A pesar de esta situación, Saltzman estaba ansioso por colaborar con McCartney, lo que resultó en una de las canciones más memorables de la saga Bond.
Éxito y reconocimiento
La grabación de “Live and Let Die” se realizó en octubre de 1972, coincidiendo con las sesiones del segundo álbum de McCartney y Wings, “Red Rose Speedway”. Tras su lanzamiento, la canción alcanzó el número uno en dos listas americanas, aunque se quedó en el segundo lugar del Billboard Hot 100. Además, fue nominada a un Oscar por Mejor Canción Original, convirtiéndose en la primera de la serie Bond en recibir tal distinción, aunque finalmente el galardón fue para Barbra Streisand por “The Way We Were”.
La versión de Guns N’ Roses y su legado
La versión de Guns N’ Roses de “Live and Let Die” se ha consolidado como un himno del rock clásico, sorprendiendo incluso a su compositor original, Paul McCartney, quien expresó su admiración por la interpretación del grupo. Sin embargo, esta popularidad también trajo consigo desafíos para los hijos de McCartney, quienes enfrentaron dudas de sus compañeros de clase sobre el verdadero autor de la canción. A pesar de esto, “Live and Let Die” sigue siendo un clásico en los conciertos de ambas bandas, demostrando su perdurable relevancia en la música.