La presidenta Claudia Sheinbaum ha presentado un ambicioso plan de transformación para Pemex, generando gran expectativa sobre el futuro de la petrolera en su administración. Este proyecto se centra en reorganizar la empresa y abordar su pesada deuda, que supera los 404 mil millones de pesos, convirtiendo a Pemex en una prioridad para el gobierno.
Transformación profunda de Pemex
Sheinbaum ha declarado que se está trabajando en una transformación “muy profunda” de Pemex, que se espera sea presentada en unas tres semanas. El plan busca fortalecer y reorganizar la empresa, eliminando áreas con funciones duplicadas y creando nuevas estructuras para mejorar la eficiencia operativa. Según el columnista Atzayaelh Torres, esta reestructuración incluirá la eliminación de una dirección, diez subdirecciones, siete coordinaciones y 34 gerencias dentro de las subsidiarias de Pemex.
Objetivos de la reestructura
El objetivo principal de esta reestructuración es convertir a Pemex en una empresa más eficiente y con menor carga financiera para el erario público. Esto contrasta con la administración anterior, donde la empresa recibió más de 1.1 billones de pesos en apoyos fiscales y aún así cerró con una carga financiera significativa. La reestructura afectará áreas clave como Administración y Servicios, Jurídica, Finanzas, Planeación y Auditoría Interna, buscando una mayor transparencia en el flujo de dinero y una operación más integrada.
Visión a largo plazo para Pemex
Sheinbaum ha señalado que desde 1992, Pemex se fragmentó en diversas subsidiarias, lo que debilitó a la empresa. El nuevo plan busca consolidar todas las operaciones en una estructura vertical, integrando desde la exploración hasta la comercialización de combustibles en una sola entidad. Esta visión busca no solo mejorar la eficiencia, sino también establecer cuentas claras entre producción y refinación, alineándose con los modelos organizativos de otras petroleras a nivel mundial.