Un auténtico culebrón viral ha estallado tras un concierto de Coldplay en el Gillette Stadium de Boston, donde una inofensiva “kiss cam” se convirtió en el epicentro de un escándalo de infidelidad. La cámara, que busca parejas en el público para animarlas a besarse en pantalla gigante, captó un momento que ha desatado una tormenta en redes sociales, poniendo en jaque a dos familias.
La reacción incómoda de la pareja
En el video, que ya ha acumulado millones de visualizaciones en TikTok y X, se puede ver a una pareja abrazada y en actitud cariñosa. Sin embargo, al ser proyectados en las pantallas del estadio, ambos reaccionaron con evidente incomodidad: él se agachó rápidamente y ella cubrió su rostro con las manos, visiblemente avergonzada. La situación fue acentuada por una broma del vocalista de la banda, Chris Martin, quien comentó desde el escenario: “O están teniendo una aventura o son muy, muy tímidos”.
El escándalo se desata
La frase de Martin corrió como la pólvora y pronto los usuarios de redes sociales comenzaron a identificar a los protagonistas del incómodo momento. La situación se tornó aún más complicada al revelarse que ambos están casados, pero no entre ellos. Al día siguiente del concierto, la esposa de uno de los implicados eliminó su apellido de sus redes sociales, lo que muchos interpretaron como una confirmación tácita de la infidelidad. Mientras tanto, los protagonistas del video y sus empleadores no han emitido declaraciones públicas.
El impacto de la viralidad en la vida personal
Lo que comenzó como una dinámica lúdica en un concierto se ha transformado en una pesadilla viral que no solo afecta la vida personal de los involucrados, sino también su ética profesional. La reacción del público ha sido intensa, con memes y comentarios sarcásticos que pueden dañar a las familias implicadas. Coldplay, por su parte, no ha hecho más comentarios al respecto y continúa su gira mundial, ajena al revuelo generado por este inesperado incidente. Este caso pone de manifiesto que, en la era de las cámaras omnipresentes y la viralidad instantánea, la privacidad es un lujo que pocos pueden permitirse.