El jamón es un alimento básico en muchos hogares mexicanos, presente en sándwiches, desayunos y platillos diversos. Su versatilidad lo convierte en un producto esencial, pero no todos los jamones que se venden en el supermercado cumplen con los estándares de calidad esperados. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza estudios periódicos para evaluar la composición de estos productos, verificando aspectos como el tipo de carne, el contenido de proteína y la presencia de aditivos. Estos análisis buscan garantizar que los consumidores reciban información clara y veraz sobre lo que compran.
El análisis de jamones de Profeco
La calidad del jamón varía según su clasificación, que incluye categorías como extrafino, fino, preferente, comercial y económico. Los jamones de mayor calidad, como los extrafinos, contienen más proteína y menos aditivos, mientras que los económicos suelen incluir ingredientes como soya o fécula para reducir costos. Profeco enfatiza la importancia de leer las etiquetas para tomar decisiones informadas, ya que algunos productos no cumplen con lo que prometen. Este enfoque permite a los consumidores elegir opciones que se alineen con sus necesidades nutricionales y preferencias.
Marcas que no cumplen como jamón auténtico
Un reciente estudio de Profeco analizó 44 marcas de jamón y encontró que varias no pueden considerarse jamón auténtico debido a su alto contenido de soya, fécula u otros aditivos. Entre las marcas señaladas están Bafar, Dubi, Kir, Lala y Yaplus, cuyos productos incluyen ingredientes que sustituyen la carne, como soya o almidón, reduciendo su calidad nutricional. Estos jamones, a menudo clasificados como comerciales o económicos, no cumplen con los estándares de la Norma Oficial Mexicana (NOM-158-SCFI-2003), que regula la composición del jamón. La presencia de estos aditivos permite a los fabricantes bajar costos, pero compromete la autenticidad del producto.
Detalles del análisis de Profeco
El estudio de Profeco evaluó aspectos como el porcentaje de proteína libre de grasa, el contenido de grasa, agua y aditivos, además de verificar la veracidad de la información en las etiquetas. Marcas como Bafar y Lala fueron destacadas por incluir soya en varias de sus presentaciones, lo que las descalifica como jamón puro. Por ejemplo, algunos productos de estas marcas contienen hasta un 29% de soya, superando los límites permitidos para ser considerados jamón de calidad. En contraste, marcas como Peñaranda y Sabori, clasificadas como extrafinas, demostraron contener solo carne de cerdo o pavo, con altos niveles de proteína.
Por qué es importante leer las etiquetas
Profeco subraya que los consumidores deben revisar las etiquetas para identificar el tipo de jamón y sus ingredientes, ya que no todos los productos son transparentes sobre su composición. Los jamones que contienen soya o fécula suelen ser más baratos, pero ofrecen menos valor nutricional, lo que puede no ser ideal para quienes buscan una dieta rica en proteínas. La dependencia recomienda optar por jamones extrafinos o finos, que garantizan mayor contenido de carne y menos aditivos. Esta práctica no solo mejora la calidad de la compra, sino que también fomenta una alimentación más saludable.
Alternativas recomendadas por Profeco
Para quienes buscan jamones de calidad, Profeco destaca marcas como Peñaranda, Sabori y Zwan Premium, que cumplen con los estándares de autenticidad y ofrecen alto contenido de proteína. Por ejemplo, el jamón de pierna extrafino de PARMA Sabori, con un 18.8% de proteína libre de grasa, es una opción económica y de calidad, disponible por 60 pesos por 250 gramos. Estas alternativas aseguran una mejor experiencia culinaria sin comprometer la salud. Los consumidores pueden consultar la Revista del Consumidor para obtener más detalles sobre los productos evaluados.
Conclusión: elige con información
El análisis de Profeco revela que marcas como Bafar, Dubi, Kir, Lala y Yaplus no cumplen con los requisitos para ser considerados jamón auténtico, debido a su alto contenido de aditivos. Leer las etiquetas y priorizar jamones extrafinos o finos permite a los consumidores tomar decisiones más informadas y saludables. Optar por productos de calidad, como los recomendados por Profeco, garantiza un mayor aporte nutricional y una experiencia gastronómica superior. Este estudio refuerza la importancia de la transparencia en los productos alimenticios para proteger los intereses de los consumidores mexicanos.