La gira de estadios de Aitana ha trascendido más allá de la música, convirtiéndose en un auténtico desfile de moda. Cada show se ha transformado en una pasarela donde la artista ha presentado estilismos meticulosamente diseñados para complementar la narrativa de su reciente álbum, CUARTO AZUL. Bajo la dirección creativa de su estilista de confianza, Alba Melendo, Aitana ha adoptado un enfoque internacional que fusiona el high fashion, la moda urbana y el vestuario conceptual, consolidándose como una verdadera pop star a nivel mundial.
Una evolución en el estilo
Conocida por su capacidad de deslumbrar, Aitana ha elevado su propuesta estética en esta gira. Melendo, quien ha trabajado con artistas como Karol G y Bad Gyal, ha sabido captar la esencia de Aitana, quien ha optado por siluetas depuradas y materiales audaces. Sin embargo, en esta ocasión, la artista ha ido más allá: cada look no solo busca ser visualmente atractivo, sino que también cuenta una historia.
Looks destacados de la gira
El primer concierto en Barcelona el 19 de julio marcó el inicio de esta aventura estilística. Aitana abrió la noche con un conjunto etéreo de Dreaming Eli, seguido de un impactante atuendo marrón de cuero diseñado por Javier Guijarro. El cierre de la noche fue con un atrevido kimono azul de látex de Adidas x Luis de Javier, mostrando una combinación perfecta de elegancia y modernidad.
Impacto en Madrid
Durante las dos noches en el Metropolitano de Madrid, Aitana sorprendió al público con un repertorio de looks inéditos. El 30 de julio, comenzó con un conjunto blanco minimalista de Fendi, seguido por un look negro de cuero de Dsquared2. Para culminar la noche, optó por un mono de Adidas en colaboración con Luis de Javier. En su última actuación el 31 de julio, presentó tres estilismos, incluyendo un conjunto blanco con brillantes y un mono azul de encaje que ha capturado la atención del público, recordando a la icónica Dua Lipa.
Conclusión: Moda y música en perfecta armonía
Aitana ha demostrado que el vestuario en un concierto no es solo un adorno, sino una forma de expresión que comunica su evolución artística. Con cada cambio de vestuario, la cantante no solo muestra su estilo personal, sino que también crea una conexión emocional con su audiencia. La expectativa por sus próximos looks y presentaciones es alta, dejando a todos con ganas de más.