El Ministro Láynez se despidió de la segunda sala de la Corte con una emotiva ceremonia que reflejó el cierre de una etapa significativa en su carrera judicial. Con la voz entrecortada y visiblemente emocionado, el Ministro compartió sus reflexiones sobre los años de servicio y el impacto que ha tenido en el sistema judicial. Esta despedida marca un hito no solo en su vida profesional, sino también en la historia de la Corte.

Un legado de justicia y compromiso

Durante su discurso, el Ministro Láynez enfatizó la importancia de la justicia y el compromiso con la verdad, valores que ha defendido a lo largo de su trayectoria. Agradeció a sus colegas y al personal de la Corte, quienes han sido un pilar fundamental en su labor. “He tenido el honor de trabajar con personas excepcionales que comparten la misma pasión por la justicia”, expresó, destacando la colaboración y el trabajo en equipo como elementos clave en su desempeño.

Reflexiones sobre su carrera

Láynez recordó momentos significativos de su carrera, desde sus primeras experiencias en el ámbito judicial hasta los desafíos que ha enfrentado en su papel como Ministro. “Cada caso, cada decisión, ha sido una lección”, afirmó, mientras compartía anécdotas que marcaron su paso por la Corte. Su discurso se convirtió en un homenaje a la labor judicial y a la búsqueda constante de la equidad.

El futuro de la Corte

Con su partida, el Ministro Láynez deja un legado que será recordado por las futuras generaciones de juristas. La segunda sala de la Corte enfrenta ahora una nueva etapa, llena de retos y oportunidades. A medida que se inicia este nuevo capítulo, el Ministro instó a sus colegas a continuar trabajando con dedicación y pasión, asegurando que la justicia prevalezca en cada decisión. La despedida de Láynez no solo es un adiós, sino también un llamado a seguir luchando por un sistema judicial más justo y equitativo.

Share.
Exit mobile version