El huracán ‘Erin’ avanza por el Caribe con lluvias intensas y vientos de 200 kilómetros por hora, afectando a Puerto Rico y las Islas Vírgenes.
El ciclón ‘Erin’, que se formó en el océano Atlántico, ha alcanzado la categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson, tras haber sido clasificado como huracán de categoría 5. Este fenómeno meteorológico ha comenzado a causar estragos en Puerto Rico y las Islas Vírgenes, generando fuertes lluvias y vientos que superan los 220 km/h. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), el sistema se encuentra a 230 kilómetros al norte-noreste de San Juan y avanza hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 22 km/h.
Impacto en Puerto Rico y las Islas Vírgenes
A pesar de que el huracán se ha debilitado ligeramente, las autoridades han emitido alertas de tormenta tropical para varias islas del Caribe, incluyendo San Martín, San Bartolomé y las Islas Turcas y Caicos. En Puerto Rico, se han reportado cortes de electricidad que afectan a aproximadamente 130,000 personas, y se han habilitado refugios públicos en Bahamas como medida de precaución. Las fuertes lluvias provocan inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra, lo que ha llevado a las autoridades a instar a la población a buscar refugio en estructuras seguras.
¿Representa un peligro para México?
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México ha informado que ‘Erin’ se mantiene alejado de las costas nacionales y no representa un peligro inmediato para el territorio mexicano. Hasta el momento, no se prevé que el huracán genere efectos meteorológicos significativos en el país, como lluvias o vientos de consideración. Sin embargo, los meteorólogos continúan monitoreando su trayectoria y evolución.
Rápida intensificación del huracán
La rápida intensificación de ‘Erin’ ha sorprendido a los expertos, quienes señalan que el huracán ganó fuerza a un ritmo inusual para esta época del año. Michael Lowry, especialista en huracanes, destacó que este fenómeno es uno de los pocos huracanes de categoría 5 que se han registrado en el Atlántico antes del 16 de agosto. Los científicos atribuyen esta intensificación a factores como el cambio climático, que afecta la temperatura del océano y la atmósfera, proporcionando un entorno propicio para la formación de ciclones más potentes.