Lenia Batres se abstiene de aplaudir en despedida de Norma Piña
El 19 de agosto de 2025, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) celebró su última sesión del Pleno de la Sala Superior, donde la ministra Norma Piña Hernández pronunció un emotivo discurso de despedida. Este evento, que marca el final de su gestión, fue acompañado de un prolongado aplauso por parte de los asistentes. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la decisión de Lenia Batres Guadarrama de no sumarse a este reconocimiento, generando controversia en el ámbito judicial.
Un discurso que resalta el legado de la SCJN
Durante su discurso, Norma Piña destacó la importancia del legado institucional de la SCJN, enfatizando que sus sentencias serán evaluadas tanto por la sociedad como por la historia. La ministra también reflexionó sobre los 30 años de debates y consensos que han fortalecido la democracia en México, subrayando que la Corte es un bastión en la defensa de la justicia constitucional. “La Suprema Corte no es solo un órgano del Estado, es la piedra angular del ordenamiento jurídico nacional”, afirmó Piña, instando a sus colegas a mantener la ética y la dignidad en su labor.
La postura de Lenia Batres y su posible significado
La decisión de Lenia Batres de no aplaudir ha sido interpretada como un gesto de desacuerdo, especialmente considerando que fue la primera ministra mencionada por Norma Piña en su discurso. Este acto evoca un incidente similar ocurrido en febrero de 2023, cuando Piña se abstuvo de aplaudir al presidente Andrés Manuel López Obrador durante una ceremonia oficial, lo que generó especulaciones sobre tensiones entre el Poder Judicial y el Ejecutivo. La abstención de Batres podría reflejar una postura crítica hacia la gestión saliente y sus implicaciones políticas.
El futuro de la SCJN con nuevos ministros
Lenia Batres, junto a Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf, se integrará al nuevo grupo de ministros de la SCJN, luego de ser electas en la reciente elección judicial. Este cambio en la composición de la Corte, que se oficializará el 1 de septiembre, plantea nuevas expectativas sobre la dirección futura del Poder Judicial. La transición se produce en un contexto de reformas y tensiones políticas, lo que sugiere que los nuevos ministros enfrentarán retos significativos en su labor de garantizar la justicia y la independencia judicial en México.