Madrid.- El ayuntamiento de Madrid se encuentra evaluando la posibilidad de abrir un expediente sancionador contra la reconocida cantante Rosalía, tras la masiva convocatoria que realizó para promocionar su nuevo disco en la Plaza de Callao la tarde-noche de ayer. Este evento, que atrajo a cientos de seguidores, generó aglomeraciones y complicaciones en la movilidad de la zona, lo que ha llevado a las autoridades a investigar la legalidad de la actividad.
Evento no autorizado y sus consecuencias
Según la información proporcionada por el consistorio madrileño, el acto no contaba con la autorización oficial necesaria para llevarse a cabo en un espacio público. Una representante del ayuntamiento afirmó: “Por supuesto que vamos a investigar si no se ha hecho con los permisos correspondientes, y en caso de confirmarse, se actuará conforme a la normativa”. La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, también indicó que “no parece que existiera una autorización expresa para realizar dicho evento”.
Detalles del acto promocional
El incidente se desencadenó cuando Rosalía proyectó la imagen de la portada de su nuevo álbum, “Lux”, en las pantallas gigantes de la Gran Vía y la Plaza de Callao, tras anunciarlo brevemente en sus redes sociales. Esta convocatoria relámpago resultó en el cierre temporal de algunas salidas del metro y causó congestión en el tráfico de la zona. A pesar de la magnitud del evento, las autoridades aclararon que no se instaló un escenario ni se emitió sonido significativo, lo que podría influir en la gravedad de la sanción.
Posibles sanciones y evaluación de la situación
En caso de confirmarse la falta de permisos, Rosalía podría enfrentar un procedimiento administrativo por haber organizado una actividad pública sin la autorización requerida. Aunque aún no se ha determinado el monto de la posible multa, el ayuntamiento está revisando sus registros y oficinas de atención ciudadana para verificar si la cantante o su equipo solicitaron la autorización con antelación. Mientras tanto, el nuevo proyecto de Rosalía sigue generando expectación entre sus seguidores, mientras las autoridades madrileñas evalúan las posibles consecuencias administrativas del suceso.