La autenticidad es el hilo conductor que une a SZA y Chappell Roan, dos voces femeninas que han logrado destacar en la industria musical al ser fieles a sí mismas. En una conversación reveladora publicada por Interview Magazine, ambas artistas compartieron sus experiencias y desafíos, justo antes de que SZA comenzara su gira junto a Kendrick Lamar. A lo largo de la charla, se hace evidente que esta sinceridad tiene un precio, especialmente en un mundo donde las críticas son comunes.
La infancia y la espiritualidad de SZA
Desde el principio, la conversación toma un giro inesperado cuando Roan pregunta a SZA si cree en las hadas y la magia. La respuesta de SZA revela su lado místico, afirmando que de niña era considerada “friki” por su fascinación por series como Xena la princesa guerrera y Buffy Cazavampiros. Además, comparte anécdotas sobre su infancia, como su costumbre de recopilar secretos de las personas a su alrededor en carpetas manila, un hábito que refleja su curiosidad innata.
Reflexiones sobre la religión y la magia
La espiritualidad es un tema recurrente en la conversación. SZA habla sobre su conexión con la astrología y cómo ha guiado su carrera musical, mencionando que a veces sigue consejos esotéricos que han dado resultados positivos. Sin embargo, también se toma un momento para matizar su visión sobre el cristianismo, sugiriendo que todas las religiones son, de alguna manera, expresiones de las leyes de la magia, lo que genera un debate interesante sobre la intersección entre fe y arte.
Chappell Roan y las críticas en la industria musical
Por su parte, Chappell Roan comparte sus propias inseguridades sobre recibir críticas. Aunque se esfuerza por ser auténtica en su música, se pregunta si su enfoque es sostenible a largo plazo. “No me importaba, hasta que la gente empezó a odiarme por ser yo misma”, confiesa, revelando que las críticas personales son más dolorosas que las relacionadas con su arte. Esta honestidad resuena en un momento en el que muchas artistas luchan por encontrar su voz en un entorno que a menudo puede ser hostil.