El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, llevó a cabo la inauguración de la nueva sede diplomática estadounidense el pasado 17 de diciembre, un evento significativo que marca su despedida antes de dejar el cargo el próximo 7 de enero. Durante la ceremonia, Salazar destacó que esta nueva embajada simboliza la unidad, la esperanza y los lazos duraderos entre ambas naciones.
Inversión y características de la nueva embajada
La nueva embajada, ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, representa una inversión de más de 1,200 millones de dólares, convirtiéndose en la sede diplomática más grande de Estados Unidos en el mundo. Con una extensión de 49,000 metros cuadrados, la construcción fue realizada por arquitectos de renombre, Tod Williams Billie Tsien y Davis Brody Bond, inspirándose en el Museo Nacional de Antropología.
Un espacio para la colaboración y la cultura
La embajada, que consta de siete edificios y 81 ventanillas consulares, tiene como objetivo agilizar los trámites y mejorar la experiencia de los visitantes. Además, se destinará a la exposición permanente de obras de arte de artistas tanto mexicanos como estadounidenses, convirtiéndose en un punto de encuentro para profundizar las relaciones entre ambas naciones.
El legado de Ken Salazar y la relación bilateral
Salazar subrayó la importancia de una relación sólida entre México y Estados Unidos, enfatizando que “el pueblo de México merece vivir sin miedo”. Su gestión se ha centrado en resolver problemas comunes y fortalecer la colaboración, especialmente en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La inauguración de esta nueva embajada es un paso más hacia el futuro compartido que ambos países buscan construir.