El bloque de hielo, ubicado en las costas del Ártico, se está derritiendo hasta el doble de rápido de lo estimado hasta ahora según un estudio, publicado este viernes 4 de junio por el University College London (UCL), con preocupantes implicaciones para el calentamiento global.
El estudio, publicado en The Cryosphere, revista científica que se centra en todos los aspectos del agua y el suelo congelados en la Tierra, concluye que el hielo en las principales regiones costeras del Ártico se está adelgazando a un ritmo del 70 al 100% más rápido que el consenso establecido. La causa de esta dramática reevaluación: el uso por parte de los investigadores de mapas más recientes de la profundidad de la nieve sobre el hielo, que esta vez tienen en cuenta el impacto de décadas de cambio climático. De hecho, el grosor del bloque de hielo se estima midiendo la altura del hielo sobre el agua, una medida distorsionada por la cantidad de nieve que cuelga sobre el bloque de hielo. El estudiante de doctorado, Robbie Mallett, quien dirigió el estudio, dijo: “Los cálculos anteriores del espesor del hielo se basaron en un mapa de nieve actualizado por última vez hace 20 años”. “A medida que la banquisa (Capa de hielo que aparece por congelación del agua del mar en los océanos Ártico y Antártico) comienza a formarse cada vez más tarde en el año, la nieve que la cubre tiene menos tiempo para acumularse”, continúa. "Nuestros cálculos tienen en cuenta esta disminución por primera vez y sugieren que el hielo marino se está derritiendo más rápido de lo que pensábamos". El espesor del hielo marino también es un "indicador sensible de la salud del Ártico", agregó Mallett. "Es importante porque el hielo más grueso actúa como una manta aislante, evitando que el océano caliente la atmósfera en invierno y protegiendo al océano del sol en verano", explicó, y agregó que "un hielo más delgado también tenía menos probabilidades de sobrevivir durante el verano pues se derrite ". Los investigadores utilizaron un satélite de la Agencia Espacial Europea para calcular la altura del hielo sobre el agua y derivar su espesor total real, complementando esta estimación con un nuevo modelo para calcular el espesor de la nieve, desarrollado con la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos). Combinados, estos resultados les permitieron medir la tasa general de disminución del hielo, así como su variabilidad de un año a otro.La profesora Julienne Stroeve, coautora del informe, recordando que el Ártico se está calentando tres veces más rápido que el promedio mundial dijo que este es "un gran paso adelante" para hacer "más precisa la interpretación de los datos que recibimos de los satélites".
SA.
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